Nuestro cerebro es la computadora más avanzada del mundo; almacena y procesa una inmensa cantidad de información y nos posibilita dotarla de significado. Además de para pensar, hablar o razonar, también utilizamos este órgano para respirar y regular la temperatura corporal. El sistema nervioso central está implicado en todas las tareas y procesos básicos de nuestro organismo que nos permiten seguir con vida.
Como vemos, el cerebro humano es el órgano más complejo que conocemos, este está compuesto de partes físicas bien diferenciadas. Para comprender su funcionamiento interno, es necesario descubrir patrones en su estructura y procesos fisiológicos. En otras palabras, se necesitan formular explicaciones simples basadas en los atributos específicos del cerebro para tratar de entenderlo.
El modelo de los 3 cerebros propuesto por el neurocientífico Paul MacLean, también conocido como teoría del cerebro triúnico, clasifica las diferentes regiones del encéfalo en tres conjuntos diferentes de estructuras que realizan funciones específicas. Estas regiones bien diferenciadas de nuestro sistema nervioso central son: la neocorteza, el sistema límbico y el complejo reptiliano. En este artículo detallamos el modelo de los 3 cerebros, ampliamente desarrollado por MacLean, y cada una de sus partes.
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¿Qué propone el modelo de los 3 cerebros de MacLean?
El neurocientífico Paul MacLean (1 de mayo de 1913 – 26 de diciembre de 2007) propuso, en los años 70, el concepto del cerebro triple, también conocido como modelo de los 3 cerebros. Este desarrolla la idea de que existen tres sistemas cerebrales diferentes dentro del cerebro humano. Cada sistema contiene su lógica autónoma de funcionamiento; también explica que estos han ido evolucionando en la especie humana sucesivamente a lo largo del tiempo.
Es decir, cada sistema ha ido apareciendo de forma secuencial y superponiéndose encima del anterior de manera jerárquica. Como vemos, esta jerarquía de las estructuras depende de su aparición dentro de la evolución, pero también de la importancia de sus funciones específicas para la supervivencia. Los 3 cerebros funcionan de manera relativamente independiente y se comunican entre sí dependiendo de este orden.
Siguiendo esta idea, el complejo reptiliano, al ser la primera estructura cerebral que se desarrolló en la línea evolutiva que conduce a los humanos modernos, es responsable de funciones y procesos básicos de supervivencia, como la respiración y la digestión. El neocórtex, al ser la estructura desarrollada más recientemente; es responsable de funciones más avanzadas y refinadas como la memoria y el lenguaje. Como vemos, según esta teoría, basada en la evolución, los nuevos conceptos reemplazan a los antiguos y los ámbitos emocional y racional del ser humano forman parte de dos dimensiones psicológicas opuestas, aunque presentan cierto grado de interdependencia.
Las 3 áreas del cerebro según MacLean
Después de esta introducción y conocer la base del modelo del cerebro triúnico, ahora ya podemos pasar a describir qué funciones realiza cada una de estas partes y en qué región del encéfalo se sitúan:
1. Cerebro reptiliano
El cerebro reptiliano, según Maclean, es responsable de las conductas predecibles y estereotipadas presentes en los vertebrados poco desarrollados, lo compartimos con reptiles y otros mamíferos. Esta estructura se ubica en la parte baja del cerebro, está formada por los ganglios basales, el tronco encefálico, el cerebelo y el sistema reticular. Es la parte más antigua del cerebro humano; se desarrolló hace aproximadamente quinientos millones de años.
El cerebro reptiliano se encarga de ejecutar los códigos programados en los genes en respuesta a los acontecimientos externos y cuando se dan las condiciones fisiológicas adecuadas. Estos eventos pueden incluir la ira, el hambre, el miedo y otras emociones o estados que necesitan una respuesta rápida. Esencialmente, el cerebro reptiliano se usa para comportamientos simples e impulsivos intrínsecos.
2. Cerebro límbico
El sistema límbico es la parte del cerebro involucrada en la emoción, la memoria y el aprendizaje. Está compuesto por muchas estructuras diferentes, que incluyen la amígdala cerebral, el hipocampo, la circunvolución parahipocampal, la circunvolución del cuerpo calloso, el área subcallosa, la región del tabique y la circunvolución paraterminal. El cerebro límbico es más un concepto basado en relaciones funcionales que en estructuras anatómicas específicas.
El cerebro límbico aparece en la línea evolutiva con los primeros mamíferos. Esta estructura está relacionada con el aprendizaje a través de las emociones; al experimentar sentimientos positivos después de realizar ciertas conductas, es probable que las repitamos o cambiemos nuestro entorno para que vuelvan a ocurrir. En el lado opuesto, el dolor y los sentimientos negativos nos recuerdan que nunca más tenemos que hacer algo. Este componente sería fundamental en procesos como el condicionamiento clásico y operante.
3. Neocorteza
La neocorteza es la parte del cerebro encargada de procesar el lenguaje y la memoria, permite el razonamiento y otras funciones abstractas; comúnmente se asocia esta área con la capacidad de inteligencia. Es la capa del cerebro que ha evolucionado más recientemente y también se la conoce como cerebro racional; los humanos son la única especie dotada de Neocórtex. Esta estructura contiene alrededor de 30.000 millones de neuronas y se divide en seis capas de aproximadamente 2 milímetros de grosor. Forma la envoltura externa del cerebro.
El Neocórtex es la parte del cerebro que controla las emociones y permite la conciencia. También desarrolla habilidades como la memorización, la automotivación y la concentración. Es nuestra parte consciente, tanto a nivel emocional como orgánico.
Uso del modelo de los tres cerebros en publicidad
Para entender mejor el marketing, es útil considerar el modelo de los tres cerebros. La idea de que las personas tienen un cerebro reptiliano, límbico y racional ha atraído durante mucho tiempo a muchas personas relacionadas con el mundo de la publicidad, el marketing y la investigación de mercado. Al separar estas tres áreas psicológicas: la racional, la emocional y la impulsiva, es fácil examinar cada una con gran detalle y entender el comportamiento del consumidor.
En las últimas décadas, el enfoque de las campañas publicitarias y de marketing ha pasado de apelar al cerebro racional a centrarse en el cerebro reptiliano y el cerebro límbico, también conocidos como cerebro impulsivo y cerebro emocional. Esto se debe a que estas dos partes más antiguas de nuestra historia evolutiva son más fáciles de predecir, lo que las hace ideales para activar ciertas conductas deseadas. Además de ser más fácil de adivinar, centrarse en estas partes de nuestro cerebro puede producir necesidades de compra más poderosas, ya que son más importantes que la neocorteza en el modelo jerárquico propuesto por MacLean.
Hoy en día, es común vender productos centrándose en las emociones y los deseos primarios de los clientes. En lugar de tratar de convencer a las personas racionalmente a través de sus intereses, las campañas de marketing y publicidad tienen como objetivo crear una conexión emocional con su audiencia. Esto a menudo se hace enfatizando las sensaciones asociadas con los productos en lugar de simplemente vender sus características racionales.
Este enfoque emocional, que se desarrolló a partir de los años 60, se considera un éxito porque pasa por alto la parte lógica del cerebro y se utiliza para vender principalmente artículos caros como automóviles y perfumes - que dicen algo de nosotros-. Los publicistas cuentan historias asociadas con el producto, o simplemente hacen que los compradores potenciales sientan emociones positivas relacionadas con sentimientos que se vinculan con el producto de una forma tramposa. Este tipo de estrategias prevalecen en la actualidad.
¿El modelo de los tres cerebros es válido?
Muchas personas piensan que los seres humanos tienen tres cerebros separados correspondientes a su nivel de evolución, pero esto no es cierto: solo existe un cerebro que engloba diferentes regiones anatómicas y funcionales integradas. La creencia popular de que nuestro cerebro está compuesto por una porción de reptiliana tiene sus raíces en estas teorías obsoletas desarrolladas por MacLean. Aunque estas ideas han sido rechazadas durante muchos años, todavía circulan ampliamente en las redes sociales.
La razón por la que estas postulaciones son tan populares es porque representan una historia consistente y tranquilizadora sobre nuestra inteligencia y desarrollo como especie. Esencialmente, nos dice que nuestras capacidades han evolucionado más allá de nuestros instintos animales más básicos, lo que nos convierte en la especie más desarrollada e inteligente que jamás haya caminado sobre el planeta tierra.
La teoría de MacLean sobre tres cerebros separados fue popularizada por Carl Sagan en su libro "Dragons of Eden" en 1977. Aunque se alinea con las teorías de Charles Darwin sobre la cognición humana, esta idea carece de respaldo científico. A pesar de esto, la idea de MacLean resonó en ciertos segmentos de la comunidad científica. En la década de 1990, los científicos descartaron la teoría por completo y decretaron que no podía considerarse ciencia.
Como explican las teorías actuales, nuestro cerebro efectivamente evolucionó con el paso del tiempo. Como resultado, sus estructuras internas cambiaron y se reorganizaron a medida que crecía. En consecuencia, no existe una estructura concreta instintiva -igual a la de los reptiles- que se encuentre en las capas inferiores, o una parte emocional superpuesta. Todas las regiones cerebrales han ido cambiando en el transcurso de la evolución.
