Los seres humanos tendemos a interpretar nuestros comportamientos y nuestros sentimientos basándonos en lo que observamos y lo que nos dice nuestra mente sobre ello. Según la psicología de la Gestalt, la imagen final que se crea en nuestra mente va más allá de los hechos observables. Para apoyar esta concepción de la mente, la Gestalt utiliza las ilusiones ópticas donde nuestro cerebro nos enseña una imagen final que no se ajusta a la realidad.
Sin embargo, la teoría de la Gestalt no solo se aplica en la percepción, sino también en nuestros comportamientos; en estos también se impone una forma de pensar los hechos conjuntamente que incluye nuestras motivaciones y expectativas, no son solo la respuesta a una serie de sucesos objetivos que se puedan ir abordando e interpretando de forma separada.
La psicología de la Gestalt se erigió a principios del siglo XX, en oposición a las corrientes dominantes del momento, el conductismo y el estructuralismo, que explicaban únicamente los comportamientos observables y los procesos conscientes del ser humano a través de procedimientos objetivos.
La psicología de la Gestalt es una de las corrientes psicológicas más expandidas y que gozan de mayor popularidad actualmente en el mundo de la psicoterapia, pero también es una de las más difíciles de resumir, ya que se basa en años de investigación y su razonamiento para explicar la mente humana rompe con el de las corrientes anteriores. En el artículo de hoy explicaremos la forma de entender la mente y qué principios y leyes establece esta psicología.
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¿Qué es la Gestalt?
La Gestalt es también conocida como la psicología de la forma, ya que en alemán Gestalt significa forma y se interpreta como patrón o configuración. Surgió como teoría psicológica y filosófica a principios del siglo XX en Alemania y Austria. Muchos autores conocidos como Immanuel Kant, Ernst Mach y Johann Wolfgang von Goethe influyeron su desarrollo.
Los psicólogos de la Gestalt postularon que el comportamiento humano y la experiencia no se podía reducir únicamente a lo observable, no podemos descomponer la mente, ni el comportamiento humano como una suma de pequeños hechos observables, sino que hay que tratarlo como un todo. Cuando intentamos dar sentido al mundo que nos rodea, no nos limitamos a centrarnos en cada pequeño componente o estímulo.
En cambio, la mente tiende a percibir los objetos como elementos que forman algo más complejo, donde el todo es mayor que la suma de sus partes. Bajo esta premisa, la Gestalt estableció una serie de principios filosóficos y leyes sobre nuestro modo de percibir las cosas, desempeñando un papel importante en el desarrollo moderno del estudio de la sensación y la percepción humanas. Actualmente, muchos de sus principios se aplican en la experiencia de usuario y el diseño de interfaces.
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Historia de la Gestalt
Tomando como origen el trabajo de Max Wertheimer, la psicología de la Gestalt se desarrolló en oposición al estructuralismo, la escuela de pensamiento de William Wundt y Edward B. Titchener. El objetivo principal de los psicólogos estructuralistas era describir la estructura de la mente. Para ello observaban los componentes básicos (estructuras o elementos) de los procesos mentales y sus interacciones, para entender nuestra forma de experimentar las cosas. Como si el resultado de lo que vemos (o mejor dicho experimentamos) fuera un puzzle que se construye juntando las piezas de sonido, tacto, olor, gusto, imagen y memoria.
Al igual que proponía la química con los elementos periódicos, los psicólogos estructuralistas pensaban que nuestro modo de experimentar las cosas podía dividirse en una serie de elementos básicos que se combinaban entre sí para dar lugar a experiencias más complejas. Utilizaron para su búsqueda el método de la introspección, donde la persona se observa a sí misma a través de sus pensamientos y sentimientos, analizando todo lo que pasa por su cabeza.
Los psicólogos de la Gestalt buscaban, en cambio, explicar la experiencia consciente y nuestro comportamiento según nuestra manera de percibir las cosas a través de nuestros sentidos y no a través de la introspección. También, a diferencia del estructuralismo, establecen que el cerebro percibe el conjunto de las cosas antes de percibir las partes individuales.
Las observaciones de Max Wertheimer, Wolfgang Köhler y Kurt Koffka fueron el punto de partida de la psicología de la Gestalt. Max Wertheimer introdujo el concepto del fenómeno Phi, que descubrió mientras observaba las luces de una señal de una estación de tren. Esta luces, al parpadear, parecían moverse. El phenomeno phi fue clave para la Gestalt, ya que demostraba que nuestro cerebro es capaz de engañarnos y percibir movimiento donde en realidad no lo hay.
Otros psicólogos siguieron desarrollando este aspecto de la psicología. Wolfgang Köhler argumentó que no solo la percepción y la experiencia humana eran holísticas, sino que otros fenómenos que encontramos en la naturaleza también son experiencias que son más que la suma de sus partes. Para ello, estudió las capacidades de cognición, sobre todo de los chimpancés, donde descubriría el concepto de insight, que hace referencia a esos momentos “Eureka” donde después de estar mucho tiempo intentando resolver un problema que parece imposible, de repente damos son la solución.
Kurt Koffka aplicó el concepto de la Gestalt a la psicología infantil. Según este, los recién nacidos experimentan la vida como un todo en lugar de como una colección de estímulos desorganizados que no son capaces de gestionar, como postulaban otros psicólogos. A medida que crecen, los niños son capaces de ir separando los diferentes estímulos e interpretarlos de forma separada.
Principios de la psicología de la Gestalt
Podríamos decir que para los psicólogos de la Gestalt, nuestra manera de interpretar y organizar nuestro caótico mundo, lleno de estímulos, es imponiendo formas. Esta forma última prevalece por encima de lo que captamos a través de los sentidos, y no al contrario. Las ilusiones ópticas, donde nuestro cerebro nos muestra una imagen mental diferente de la realidad, apoyarían esta concepción de la mente humana.
Esta concepción también vendría a decir que no nos limitamos a ver las cosas como realmente son, sino que nuestro modo de percibir las cosas está muy influenciada por nuestras motivaciones y expectativas, más allá de las ilusiones ópticas, muchas veces vemos solo lo que queremos ver. Según la Gestalt, imponemos formas tanto a la hora de captar las cosas a través de los sentidos, como a la hora de pensar.
Desde su fundación como escuela de pensamiento, los psicólogos y teóricos de la Gestalt han identificado varios principios. Un principio dentro de la psicología de la Gestalt es una ley que sirve para explicar cómo percibimos el mundo. Algunos de los principios más importantes de la teoría de la Gestalt son:
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Principio de Prägnanz: traducido al español, como el “principio de la buena forma” o principio de simplicidad. Es el más fundamental de la teoría de la Gestalt, ya que establece que interpretamos el mundo creando formas completas y simples a partir de imágenes ambiguas, un ejemplo sería el punto y coma seguido del paréntesis para representar un guiño: ;).
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Principio de la figura-fondo: Según este principio, un objeto (figura) es figura por oposición a otro objeto; está siempre dentro de un contexto, no puede ser a la vez figura y fondo. Por ejemplo, si estamos en un bar con mucho ruido, podemos prestar atención a la conversación de nuestro amigo, y esta será la figura, y el ruido será el fondo, o podemos centrarnos en el ruido del bar y entonces este será la figura y la conversación pasará a ser el fondo. Como vemos, algo no puede ser figura y fondo a la vez.
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Principio de la proximidad: este principio establece que cuando vemos varios objetos juntos no los percibimos individualmente, sino que los interpretamos como un todo.
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Principio de la continuidad: sugiere que los elementos que forman una línea o van en una misma dirección son vistos como parte de un mismo grupo, si colocamos un objeto fuera de este flujo no será interpretado como parte del grupo, sino que marcará la diferencia.
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Principio del cierre: este es el principio que explica por qué rellenamos los espacios en blanco. Cuando vemos un grupo de objetos que forma una figura conocida, pero no está totalmente cerrada, nuestra mente crea un cierre para dar sentido al objeto.
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Principio de la similitud: es la tendencia que tenemos a agrupar elementos en función de lo que tienen en común: color, tamaño, orientación, forma.
Los principios de la Gestalt se aplican en diferentes campos en los que destacan: la terapia, el diseño y desarrollo de producto, y la educación y el aprendizaje.
La terapia de la Gestalt
La psicología de la Gestalt fue desarrollada por Fritz Perls, psiquiatra y psicoanalista alemán. Esta forma de psicoterapia se basa en la relación entre paciente y psicoterapeuta, donde el primero comienza exponiendo sus problemas. Al igual que en la teoría de la Gestalt, el psicoterapeuta intentará que este entienda sus problemas de un modo global, no solo entendiendo la suma de las partes, sino dándoles un nuevo sentido y encontrar nuevas soluciones; sin embargo, no es un enfoque introspectivo. Se trata de encontrar una explicación nueva de lo que ocurre y, en cierto sentido, más profunda a través de los hechos y los sentidos. En vez de interrogar al paciente sobre la interpretación de los sucesos y el por qué, las preguntas se orientan al cómo o qué para ayudar al paciente a centrarse en el presente.
