Huesos de la cabeza y el cráneo: anatomía, funciones y características

Hacemos un repaso a la anatomía ósea de la cabeza humana.

Huesos de la cabeza y el cráneo

La cabeza humana es mucho más que el lugar en el que reposan los ojos, la boca y el resto de órganos responsables de buena parte de nuestros sentidos.

Es donde permanecen buena parte de las estructuras que llevan a cabo funciones básicas de supervivencia, y que se agrupan en el encéfalo humano.

En este artículo veremos un resumen acerca de cuáles son y cómo son los huesos de la cabeza y específicamente del cráneo, la bóveda que protege nuestro cerebro y que se divide en diferentes partes que no resulta complicado identificar a simple vista una vez retirada la piel.

¿Cuáles son los huesos de la cabeza?

Es necesario, en primer lugar, aclarar que hablar sobre los huesos del cráneo y los huesos de la cabeza no es lo mismo. Técnicamente, el concepto de “cráneo” abarca solamente los huesos que cubren el cerebro, mientras que el resto de elementos óseos que están en la cabeza humana son el esqueleto facial.

Sin embargo, como de manera no oficial muchas veces nos referimos a la totalidad de la cabeza como “cráneo”, de manera más reciente se ha empezado a usar una clasificación alternativa: por un lado estaría el neurocráneo, que está compuesto por los huesos aplanados que cubren el cerebro, y por el otro lado, el viscerocráneo, con todos los huesos de formas muy variables que dan forma a la cara y sirven de soporte a la boca, los ojos, la nariz, etc.

Respetando esta última clasificación, en las próximas líneas veremos cuáles son los huesos de la cabeza distinguiendo entre huesos del cráneo (o neurocráneo) y huesos del viscerocráneo.

Huesos del cráneo

Los huesos del cráneo son varios huesos de forma aplanada y algo curvada, con un diseño que recuerda al de un escudo, que en los adultos quedan “encajados” entre sí formando una forma similar a la de un elipsoide, o una esfera achatada por la parte superior.

En los primeros meses de vida, estos huesos no están totalmente unidos entre sí, quedando espacio entre ellos; pero con el paso a la niñez, se van creando suturas, líneas en las que estos huesos quedan soldados entre sí, dejando como único testimonio de sus bordes unas líneas o finas grietas que muestran dónde empieza un hueso y dónde termina otro.

Este proceso por el cual los huesos del cráneo pasan de dejar varias aperturas a crear un espacio herméticamente cerrado tiene que ver con el desarrollo del cerebro: nacemos con unos encéfalos muy grandes en relación con el resto de nuestro cuerpo, de manera que es el resto del organismo el que tiene que ir desarrollándose más rápidamente en tamaño para llegar a alcanzar a esta parte del sistema nervioso.

Cráneo humano
Cráneo humano.

Dicho esto, los huesos del cráneo son los siguientes.

1. Hueso frontal

Tal y como su nombre indica, el hueso frontal está situado en el espacio que ocupa la frente, si bien se extiende más allá: empieza en la parte superior de las cuencas de los ojos y termina en la parte superior de la cabeza alineada con la sien. Su función es proteger los ojos y los lóbulos frontales del cerebro, que están situados justo por debajo.

Por otro lado, en el cráneo solo hay un hueso frontal, y no dos constituyendo un par distribuido entre el lado izquierdo y el lado derecho de la cabeza.

2. Huesos parietales

A diferencia de lo que ocurría con el anterior hueso del cráneo, aquí nos encontramos con un par: dos huesos que mantienen una relación de simetría entre sí, y que están justo detrás del hueso frontal, ocupando el área de la cabeza que está alrededor de la coronilla (incluyendo a esta última).

La función de esta estructura ósea es proteger la parte de la corteza que hay debajo, esto es, los lóbulos parietales y todos los órganos subcorticales que tiene debajo.

3. Hueso occipital

En esta caso también nos encontramos con un solo hueso, tal y como ocurría con el frontal. Se trata en este caso de un hueso con una forma muy curva y cóncava, localizada detrás de la nuca, y que rodea a una parte del encéfalo por debajo, es decir, en un sentido opuesto a como lo hacían los otros dos huesos.

Las principales funciones de este hueso craneal son proteger el cerebelo y los lóbulos occipitales, así como el tronco del encéfalo.

4. Huesos temporales

Estos huesos están situados en los laterales de la cabeza, y a diferencia de lo que pasaba con los anteriores, hay una distancia considerable entre estas dos mitades.

Estas estructuras rígidas cubren la mayor parte de las zonas laterales del cráneo, protegiendo los lóbulos temporales y el tronco del encéfalo, y dando soporte al oído (cada uno de estos huesos tiene un gran agujero en su parte baja, para permitir que los sonidos lleguen a los tímpanos de cada lado.

5. Hueso esfenoides

Este hueso tiene una forma de mariposa que recuerda a la de la cadera, y está situado en la cara inferior interna del cráneo, por detrás de los ojos, la nariz y la mandíbula superior.

Sirve como apoyo a ciertas partes del encéfalo (por ejemplo, a la zona de la glándula pituitaria) y también da forma a la estructura interna de la cara. No está dividido en dos mitades, sino que es una sola pieza simétrica.

6. Huesos etmoides

A diferencia de los anteriores huesos, y especialmente de los primeros 4, este tiene una forma muy irregular y rugosa, llena de cavidades. Como el etmoides, consiste en una sola pieza ubicada en la parte interna de la cara, si bien está justo delante del esfenoides y detrás de la nariz.

Su principal función es darle estructura al sistema olfativo, creando canales por los que puede fluir el aire hacia el interior del cráneo.

Huesos del viscerocráneo

Una vez vistos los huesos que forman el neurocráneo, veamos cuáles son los huesos de la cabeza.

1. Mandíbula

La mandíbula es un hueso cuya función es permitir que haya un cuerpo rígido que pueda moverse hacia o ejercer presión sobre la mandíbula superior, de manera que sea posible la vocalización y la masticación o la mordedura. Sobre ella reposa toda la hilera de dientes de la parte baja de la boca.

2. Huesos nasales

Los huesos nasales están constituidos por dos huesos pequeños que están unidos en la parte media de la cara y protegen la nariz, como si de un tejado se tratase.

3. Hueso cigomático

Estos son los huesos que están debajo de los pómulos, dándoles forma. Sirven para mantener en su sitio algunos grupos de músculos que participan en la masticación, y a la vez dan soporte físico a los ojos, al formar buena parte de las cuencas oculares.

4. Hueso maxilar

El hueso maxilar tiene forma corta y compacta, y está situada en la mitad de la cara, por lo que es uno de los huesos más importantes del viscerocráneo, porque ofrece apoyo a otros. Está justo por encima de la hilera superior de dientes, cuyas raíces se adentran en este hueso.

5. Huesos lagrimales

Estos pequeños huesos están situados justo por detrás del hueso maxilar, a la altura de la nariz, y ocupan un espacio vertical pegado al eje que forman las fosas nasales.

6. Vómer

El vómer en un hueso situado entre la parte interna de la cara y la zona situada justo por debajo de la nariz. Tiene forma de punta de lanza, y su parte más externa es la base del tabique nasal en su parte profunda, fuera del alcance de la vista. Así, está detrás del maxilar.

7. Hueso palatino

Este es el hueso de la cabeza perteneciente al viscerocráneo que está ubicado a mayor profundidad con respecto a la superficie de la cara. Es una continuación del maxilar, dando apoyo a otros huesos y tejidos internos.

8. Cornete nasal

El cornete nasal es un hueso de consistencia porosa o esponjosa, y está en la cavidad nasal, siendo el soporte rígido por el que el aire exterior llega a esta zona a través de unos agujeros. Su función es crear un diseño que permita la entrada constante de aire a la cavidad nasal, así como ser el soporte de tejidos recubiertos de mucosa nasal y de vasos sanguíneos.

Huesos de la cara
Huesos de la cara.

Los huesecillos del oído medio, un caso especial

Todos los huesos de la cabeza que hemos visto hasta ahora tienen la función de servir de apoyo a otras estructuras blandas y a otros huesos, o bien proteger ciertas estructuras blandas. Sin embargo, existe un caso excepcional: el de los huesecillos del oído medio.

Situados por detrás de los tímpanos de los oídos, estos pequeños huesos no sirven de soporte ni de protección, sino que están especializados en transmitir vibraciones; los patrones de ondas captadas por el tímpano, para que esta información llegue al oído interno, lugar en el que esta clase de datos será transformada en señales eléctricas que puedan viajar al cerebro a través de los nervios auditivos.

Este es un ejemplo de cómo la evolución puede ir creando las situaciones en las que estructuras biológicas creadas en principio para satisfacer una necesidad pueden ir ocupando un nuevo tipo de función, siempre que ello incremente las probabilidades de sobrevivir y reproducirse que tiene el individuo que porta estos rasgos.

Huesecillos del oído medio.
Huesecillos del oído medio.

Referencias bibliográficas

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  • Fehrenbach, H. (2012). Illustrated Anatomy of the Head and Neck. Elsevier.
  • Guyton, C. A. & Hall, J. H. (2004). Tratado de fisiología médica, McGraw-Hill, 10ª, México.
  • Rouvière, H. y Delmas, A. (1996). Anatomía humana: descriptiva, topográfica y funcional. Tomo I. Masson.
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