Los 7 tipos de labios (y sus características)

Los labios se pueden clasificar según su forma externa, pero también son diferentes en lo que a las arrugas superficiales y huella se refiere. Un recorrido por las variantes labiales.

Tipos labios

En una conversación cara a cara, el 65% de la carga del mensaje transmitido se hace de forma no verbal. Los mamíferos tenemos la ventaja evolutiva frente a otros taxones de presentar musculatura facial voluntaria, lo que nos permite realizar gestos, muecas y perfeccionar el mecanismo fonatorio para emitir cualquier mensaje dado de la forma más perfecta posible.

En el caso del ser humano, más de 30 músculos faciales nos permiten expresarnos más allá de la palabra. Por ejemplo, todos nosotros utilizamos mínimo 12 músculos para sonreír (hasta 17, según el tipo de sonrisa), mientras que fruncir el ceño ocupa un total de 43 estructuras musculares. Como ves, cualquier gesto facial viene precedido de un intrincado mecanismo subyacente de contracciones y distensiones musculares.

Hoy vamos a fijar nuestra atención en las estructuras musculares más llamativas de la cara: los labios. Estos tienen un papel crítico en las expresiones faciales, fonación, sensación, atracción física y en la creación de un sentimiento de intimidad. Los labios son esenciales tanto a nivel social, como individual y como de especie, así que merece la pena conocer sus particularidades. Por todas estas razones y muchas más, a continuación te presentamos los 7 tipos de labios y sus características.

¿Qué son los labios?

Desde un punto de vista fisiológico, los labios se pueden definir como la parte exterior carnosa y movible de la parte inferior del rostro o de las fauces que, junto con otra, cubre la dentadura y forma la abertura de la boca de los mamíferos. Esta estructura está compuesta por dos secciones bien diferenciadas: el labio superior (labium superius oris) y el labio inferior (labium inferus oris), ambas formadas por una membrana mucosa, el bermellón y superficies cutáneas.

A pesar de que las consideraciones labiales a nivel social y anatómico se vean delimitadas hasta el borde bermellón, cabe destacar que los labios, como estructuras musculares que son, se extienden desde los pliegues nasolabiales hasta el margen inferior de la nariz (en el caso de los superiores) o, en su defecto, hasta el pliegue labiomental de la barbilla (labios inferiores). Así pues, la estructura labial no es solo la sección rojiza que observamos a simple vista.

La porción muscular central de los labios corresponde a musculatura estriada (voluntaria), recubierta en su sección exterior por hipodermis, dermis y epidermis (de dentro a afuera), mientras que la parte internalizada presenta un tejido de revestimiento de tipo mucoso. En resumen, el labio como estructura anatómica es un pliegue musculocutáneo de naturaleza membranosa.

Estas secciones musculares rodean la cavidad oral y juegan un papel esencial en la masticación, fonación, sensación táctil y creación de intimidad (el beso es indicativo de emparejamiento y amor en muchas culturas). Los labios permiten que la comida permanezca en el interior de nuestra boca durante la masticación, así que sin ellos, la nutrición tal y como la conocemos a día de hoy sería imposible.

Además de esto, cabe destacar que las estructuras labiales nos permiten formar el aparato succionador necesario para que la lactancia pueda tener lugar durante los primeros meses de nuestra vida. También nos permiten emitir sonidos de naturaleza bilabial/labiodental y posibilitan movimientos faciales sustanciales implicados en la formación de ciertos gestos, como sonrisas y caras de enfado o disgusto.

Labios anatomía

¿Cómo se clasifican los labios?

La manera más evidente para clasificar a las estructuras labiales es su forma, englobando en esta a los labios superior e inferior y teniendo en cuenta su papel en la armonía facial. Vamos a ello.

1. Labios gruesos

Por motivos sociales, los labios gruesos son los más deseados por parte de la población femenina. Debido a su carnosidad y volumen, suelen convertirse en el centro de atención de la cara y son símbolo (generalmente) de erotismo y sensualidad. Por todos estos motivos, algunas personas deciden obtener esta estructura labial de forma sintética.

El aumento de labios se puede conseguir con rellenos permanentes o transitorios, a partir de materiales que se comprenden bajo el nombre general de “fillers”. A día de hoy, el procedimiento más extendido es a base de ácido hialurónico, cuyos efectos tienen una duración de 12-16 meses y que se introduce en el paciente inyectado, de forma ambulatoria y con efectos negativos mínimos.

2. Labio superior más grande que el inferior

Una forma labial bastante extraña, al menos según estándares normativos. Según la revista de la Asociación Médica Americana (AMA), la boca “perfecta” es aquella en la que el labio inferior es el doble de grueso que el superior (y debe ocupar un 10% del tercio inferior de la cara). Por esta razón, un labio superior grande se trata de un desvío de la norma.

3. Labio inferior más grande que el superior

Como hemos dicho, esta forma labial es la más típica y extendida en la variedad fenotípica de nuestra especie. Desde un punto de vista estandarizado, el labio inferior debe presentar dos veces más grosor que el superior.

Labio inferior

4. Labios finos

Los labios finos son la contraparte de los gruesos, pues no se trata de un rasgo muy deseado en la población general. Solo nos basta una búsqueda en internet para comprobarlo, pues los primeros resultados que aparecen en lo referente a esta temática son consejos para engrosarlos de forma artificial.

Además, cabe destacar que, con la edad, los labios se vuelven más finos, pues cada vez queda menos capa de bermellón expuesta y la piel se arruga y pierde su firmeza con el paso de los años. Tener labios finos es algo completamente normal (sobre todo si tienes una edad avanzada), así que no hay que concebirlos como algo malo.

5. Labios en forma de corazón

La parte superior y la inferior son equitativas en cuanto a volumen, pero a diferencia del resto, el labio superior en este caso adquiere una forma acorazonada. También se trata de un valor estético que se ha puesto de moda en los últimos años y, para lograr esta estructura labial, se hace necesario inyectar filling en la parte central del labio superior.

6. Labios de grosor medio

Su propio nombre lo indica todo. Son los labios que encuentran el balance absoluto entre el grosor y la finura excesiva.

7. Según la huella labial

Te sorprenderá conocer que los seres humanos tenemos una impronta labial propia y única, igual que la dactilar. El patrón de rugosidad labial tiene un enorme interés a nivel forense, ya que la queiloscopia es una herramienta muy poderosa para la identificación de sospechosos en el escenario del crimen. Su método de validez es equiparable al de la dactiloscopia, pues las arrugas labiales son únicas, invariables, permanentes y clasificables.

Dentro de la clasificación de los labios según su huella, podemos destacar los siguientes tipos:

  • I: líneas verticales que recorren la totalidad de los labios o gran parte de ellos.
  • II: líneas ramificadas, con forma de “Y”.
  • III: patrón labial con líneas interseccionales.
  • IV: líneas de tipo reticular, es decir, en cuadrantes en forma de red.
  • V: líneas mezcladas sin un patrón determinante.

Para obtener las huellas labiales, se pueden seguir diferentes metodologías. La más obvia y sencilla es el fotografiado macroscópico de la estructura labial del sospechoso, con cámaras de gran calidad que permitan recoger una imagen exacta de las líneas del labio. Otra forma mucho más exacta es aplicar una solución colorida sobre la superficie labial (como un pintalabios rojo sin grumos) y luego hacer al sospechoso besar una superficie de papel o celofán. Estas muestras reciben el mismo tratamiento que las huellas dactilares, ya que su validez se ha puesto a prueba con resultados concluyentes en muchas ocasiones.

Huella labial

Resumen

Resulta muy curioso ver cómo, en muchas fuentes divulgativas, se asegura que “la forma de los labios dictamina la personalidad del individuo”. Nos negamos a creer estas postulaciones en todos los casos, pues una estructura labial puede fomentar la aparición de ciertos rasgos psicológicos si va acompañada de una armonía facial o belleza inusitadas, pero poco más.

Los tipos de labios, sobre todo a nivel de huella, sí que dicen mucho de nosotros, pero en otro ámbito completamente diferente: son una señal de nuestra identidad propia y, gracias a algo tan sencillo como una marca de pintalabios en una camisa, se puede diferenciar a un sospechoso de cientos de ellos gracias a su huella labial. Los labios no determinan nuestra forma de ser, pero sí son una señal inequívoca de identidad a nivel físico.

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