Páncreas: qué es, partes, funciones y enfermedades que lo afectan

El páncreas es un órgano esencial para la vida, pues secreta jugos y hormonas vitales para la digestión de los alimentos. Un repaso de sus partes y enfermedades asociadas.

Páncreas

El páncreas es un órgano que forma parte del aparato digestivo y a la vez del endocrino, ya que tiene una función secretora importante. También se considera una glándula mixta, pues está compuesto por dos tipos de tejido, uno endocrino y uno exocrino.

Este órgano es de vital importancia en la fisiología de los seres humanos pero, por desgracia, el cáncer de páncreas se encuentra al alza, ya sea por un mayor refinamiento para detectarlo o por un estilo de vida insalubre cada vez más extendido: el tabaquismo, el sobrepeso y la diabetes promueven la aparición de cáncer pancreático, según la American Cancer Society.

Así pues, se estima que solo en Estados Unidos se diagnostican a casi 57.000 adultos al año con cáncer pancreático, es decir, el 3% de todos los tumores cancerígenos corresponden a esta enfermedad. En las siguientes líneas haremos un recorrido por el páncreas: fisiología, funciones y enfermedades que lo afectan, entre otras muchas cosas. Si quieres saber más sobre este órgano esencial, continúa leyendo.

¿Qué es el páncreas?

El páncreas es un órgano de pequeño tamaño, con unos 15 centímetros de largo y 100 gramos de peso de media, situado en la cavidad abdominal, inmediatamente por detrás del estómago, entre el bazo y el duodeno. A continuación, te presentamos algunos datos que caracterizan de forma general a este órgano:

  • Macroscópicamente, este órgano es de aspecto pálido (amarillento) y lobulado.
  • Su peso está constituido por agua en un 71%, proteínas en un 13% y grasas en una proporción variable (3-20%).
  • Este órgano tiene una función tanto exocrina como endocrina, es decir, secreta tanto al intersticio de los tejidos como hacia conductos.
  • Anatómicamente, el páncreas está dividido en 4 secciones principales: cabeza, cuello, cuerpo y cola.

Partes del páncreas

Una vez hemos dibujado un concepto general del páncreas con los datos más importantes sobre él, estamos preparados para diseccionar su anatomía de forma somera. Vamos a ello:

  • Cabeza: es la parte más gruesa, situada a la derecha, por detrás del hígado y rodeando parcialmente al duodeno.
  • Cuello: la zona que une el cuerpo y la cabeza. Se encuentra debajo del duodeno.
  • Cuerpo: la parte central del páncreas. Posee una forma geométrica prismática de 3 caras.
  • Cola: prolongación del cuerpo que se extiende hasta el bazo. Es la única parte del páncreas intraperitoneal, es decir, que se encuentra dentro del peritoneo (membrana abdominal).

También cabe destacar que el páncreas presenta una serie de conductos, como el conducto de Wirsung. Este es el conducto principal, que nace de la cola del páncreas, y atraviesa el cuerpo, el cuello y la cabeza de esta glándula para desembocar en el duodeno, junto al conducto colédoco de la vesícula biliar. Es por este camino por el que el órgano secreta el jugo pancreático, el cual favorece la secreción.

Páncreas partes

Función del páncreas

La fisiología del páncreas nos lleva, de forma natural, a describir sus funciones. Como ya hemos dicho en líneas anteriores, estamos ante un órgano de naturaleza glandular, ya que su función es de secreción, tanto endocrina como exocrina. Te contamos cada una de ellas en detalle a continuación.

1. Función exocrina

En primer lugar, cabe destacar que los tejidos con función endocrina y exocrina se agrupan formando lóbulos macroscópicamente visibles, los cuales se encuentran separados entre sí por septos de tejido conjuntivo que contienen vasos sanguíneos, vasos linfáticos y terminaciones nerviosas.

El 85% del volumen pancreático está compuesto por la porción principal del tejido, de naturaleza exocrina. Las células secretoras de esta zona se encargan de producir enzimas (principalmente la lipasa y la amilasa), que son esenciales para descomponer químicamente las grasas y proteínas ingeridas en pequeñas porciones que pueden ser absorbidas por el intestino delgado (recordemos que este órgano vierte al duodeno). El cuerpo celular dominante en este tejido son las células acinares.

Se dice que la función glandular de este tejido es exocrina porque vierte sus contenidos en un conducto (en este caso en el conducto de Wirsung), el cual desemboca en otro lugar (el duodeno del intestino delgado) para facilitar la digestión.

2. Función endocrina

Del 15% de tejido restante, el 10% o más corresponde a la matriz extracelular y los vasos sanguíneos. Por ello, aproximadamente solo nos queda un 2% de tejido con función endocrina, pero no por ello es menos importante. La unidad histológica básica de esta sección son los islotes pancreáticos, que consisten en cúmulos de células secretoras de hormonas. A continuación, hacemos un repaso por cada una de las presentes:

  • Células alfa: sintetizan y liberan glucagón. Su principal función es estimular la producción de glucosa, aumentando así la glucemia.
  • Células beta: sintetizan y liberan insulina. Esta hormona es esencial, pues participa en la regulación de los niveles de azúcar en sangre.
  • Células delta: producen somatostatina, una hormona que inhibe la síntesis de insulina y el glucagón. En otras palabras, regula la actividad de las células alfa y beta.
  • Células épsilon: producen grelina, una hormona que induce la sensación de hambre en el individuo.
  • Células PP: producen sustancias que regulan la secreción exocrina del páncreas.

Todas estas células se consideran endocrinas porque carecen de conductos, es decir, vierten las hormonas directamente al intersticio y estas se difunden hacia el torrente sanguíneo. Su función es muy diferente a la de las células exocrinas pues, como habrás podido observar, se caracterizan por la producción hormonal y no por sintetizar jugos pancreáticos.

Sobre el jugo pancreático

Hablando de jugos y sustancias excretadas, no podemos dejarnos en el tintero las características del jugo pancreático, producido por el tejido exocrino. Estamos ante un líquido incoloro, de naturaleza acuosa, con una densidad variable según la concentración de proteínas que en él se almacenen. El jugo pancreático es de naturaleza alcalina y presenta dos tipos de secreciones: la enzimática y la electrolítica.

La secreción enzimática responde a las enzimas antes nombradas (amilasa y lipasa), encargadas de realizar la hidrólisis de sustancias nutritivas en los alimentos. Por otra parte, la sección electrolítica actúa como “vehículo” de la enzimática y proporciona un medio alcalino, necesario para el correcto funcionamiento de las enzimas. Ambos elementos, en conjunción y con la ayuda de la bilis producida en la vesícula biliar, trabajan para realizar la digestión a nivel del intestino delgado.

Como dato curioso final en lo referente a este líquido, cabe destacar que, en condiciones normales, el volumen total diario producido de jugo pancreático oscila entre 1 y 4 litros. Cuando se estimula este órgano de forma adecuada, se pueden llegar a generar 5 mililitros de él por minuto, una cifra nada desdeñable.

El cáncer de páncreas: una patología grave

Una vez hemos descrito las partes del páncreas, sus funciones y las características del jugo pancreático, solo nos queda hablar del incómodo tema que te hemos adelantado en las primeras líneas: el cáncer de páncreas. Creemos que los datos hablan por sí solos y, por ello, te presentamos una serie de cifras brindadas por la American Society of Clinical Oncology (ASCO) y otras fuentes profesionales:

  • Se diagnostican anualmente casi 57.000 pacientes con cáncer de páncreas en Estados Unidos. Esto corresponde al 3% de todos los cánceres.
  • Anualmente, mueren casi 47.000 personas con esta patología. Solo el 9% de ellas sobreviven 5 años tras el diagnóstico.
  • El cáncer de páncreas es el noveno más común en mujeres y el décimo en hombres.
  • 7,5 y 4,9 de cada 100.000 hombres y mujeres se enfrentarán a un cáncer de páncreas en algún momento de su vida.

Si bien estamos ante una enfermedad relativamente poco frecuente, los medios nos informan de que su incidencia ha aumentado constantemente desde los años cincuenta, elevándose de la mano con ella la tasa de mortalidad. Esto se debe, probablemente, a que como hemos dicho ciertos hábitos de vida pueden propiciar la aparición de cáncer de páncreas.

El más importante de todos ellos es el tabaquismo. Se estima que el 25% de los cánceres pancreáticos son una causa directa de fumar cigarrillos. En segundo lugar, tenemos sin duda a la obesidad, pues una persona obesa tiene aproximadamente un 20% más de probabilidades de sufrir un cáncer de páncreas a lo largo de su vida. Si bien la aparición de un tumor maligno es en muchos casos una lotería, estas estadísticas subrayan que, claramente, somos hasta cierto punto dueños de nuestro destino.

Cáncer páncreas

Resumen

Como habrás podido observar, las características y funciones del páncreas son casi inabarcables. La función exocrina del mismo es relativamente fácil de explicar, ya que el jugo pancreático juega una función concreta, pero la parte endocrina produce muchas hormonas cuya función se extiende mucho más allá del tracto digestivo.

El páncreas es un órgano polifacético esencial para la vida, y prueba de ello es que la tasa de supervivencia de personas con tumores malignos en él es muy baja. Recuerda que el cáncer de páncreas es una amenaza cada vez más vigente en la sociedad pero, por suerte, puedes evitarlo con un estilo de vida adecuado.

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