El síndrome de Burnout es un tipo de estrés laboral que muestran los empleados ante la sensación de pérdida de control y de no sentirse satisfecho con el trabajo que realizan. Se sienten quemados y sobrepasados por su empleo.
Las causas de esta afectación pueden ser múltiples, distinguiendo entre las vinculadas con la empresa en la que trabaja el sujeto, por ejemplo cómo se organiza y el nivel de exigencia que piden o relacionadas con variables personales, del trabajador, como expectativas inalcanzables, falta de habilidades de manejo del estrés o baja autoestima.
Así los síntomas, relacionados principalmente con los propios de la ansiedad y la depresión, también pueden ser distintos, pudiendo repercutir en tres componentes: cognitivo, conductual y emocional. En referencias al tratamiento, dado los síntomas que presentan, se podrán utilizar estrategias escogidas tanto para la depresión como la ansiedad.
Es fundamental explicar al sujeto qué le sucede, se ha probado también la utilización de técnicas de relajación y respiración para disminuir el estrés o el entrenamiento en habilidades de comunicación, sociales y asertivas. En este artículo hablaremos del síndrome de Burnout, de las distintas causas que lo generan los síntomas que puede mostrar y qué tratamiento podemos aplicar para disminuirlo.
- Te recomendamos leer: "Cómo combatir el miedo a salir de la zona de confort laboral"
¿Qué es el síndrome de Burnout?
El síndrome de Burnout es un tipo de estrés laboral que se muestra cuando el sujeto pierde o siente que pierde el control sobre el trabajo que realiza. El individuo puede verse desbordado por su trabajo y no sentirse reconocido por ello. Veremos pues cómo pueden terminar afectados los tres componentes que forman a las personas, el cognitivo, emocional y conductual.
Así pues, podemos diferenciar entre diferentes profesiones según cuáles sean sus funciones y finalidades y dependiendo de cómo se relacionan con el Burnout. Los activistas sociales, que buscan producir un cambio en el mundo mediante la realización de su trabajo, son los que muestran más riesgo de desarrollar estrés laboral, dadas sus altas expectativas y la dificultad de las metas fijadas.
Por otro lado, los escaladores son los trabajadores que pretenden, tienen como objetivo, alcanzar el sitio más alto en la jerarquía, el estatus más alto en su profesión. Los artesanos se preocupan y buscan realizar bien su trabajo y por último los auto-orientados son los que trabajan para poder vivir, no se muestran entusiasmados por la faena que realizan y se sienten insatisfechos con ella.
De estos 4 tipos de grupos laborales los que tienen mayor probabilidad de mostrarse satisfechos con el trabajo que realizan y así vincularse con un menor riesgo de Burnout son los artesanos y los escaladores, dado que son las dos tipos de profesiones que presentan objetivos concretos a alcanzar. Finalmente en muchas ocasiones tanto los escaladores como los activistas sociales tienden a convertirse en artesanos, fijándose como meta realizar bien tu trabajo.
- Te recomendamos leer: "Los 7 tipos de mobbing (acoso laboral) y sus causas"
Causas más frecuentes del Burnout
Como ya hemos mencionado este tipo de estrés se vincula a las condiciones laborales. Hay distintas variables que pueden facilitar o precipitar la aparición de Burnout, relacionadas tanto con variables personales como del trabajo. En el apartado anterior hemos visto que los sujetos que se fijan como meta cambiar el mundo, mostrando así unas expectativas muy altas, tienden a desarrollar con más facilidad estrés en el ámbito laboral.
Referente a las variables personales que pueden influir y aumentar la probabilidad de presentar estrés en el trabajo podemos citar: la baja autoestima, el excesivo perfeccionismo para realizar las distintas tareas, sentirse inseguros con la faena que uno hace, mostrase dependiente y sentir la necesidad de tener la supervisión y guía de otro empleado o sujetos muy conformistas, que no luchan para lograr mayor satisfacción o mejorar su condición laboral.
Del mismo modo, factores de la organización que repercuten en la aparición de estrés son: sobrecarga de faena, tanto si tenemos en cuenta la cantidad como la dificultad, en ambos casos el trabajador se puede ver sobrepasado; el déficit de trabajo, como contraposición al anterior, si la faena es muy escasa, hay falta de trabajo, es probable que el individuo no se sienta realizado; ambigüedad del rol, por rol entendemos función que debe ejecutar el sujeto, cuando esta no está clara, no recibe feedback por el trabajo que realiza y siempre obtiene la misma recompensa independientemente de su labor, es fácil que sienta que ha perdido el control.
El conflicto de rol también es una condición que aumenta la probabilidad de aparición de estrés laboral, en este caso al empleado le han asignado dos o más roles que no puede ejercer correctamente debido a las contradicciones que aparecen entre ellos. Es decir, las funciones de un rol chocan con las de otro y debe realizar ambas.
La falta de organización en la empresa, falta de formación o preparación de los trabajadores, no tener los materiales necesarios para realizar bien el trabajo, no sentirse apoyado por los compañeros o que haya un mal ambiente laboral, son variables que del mismo modo pueden afectar.
Síntomas característicos del Burnout
Los síntomas que vemos que aparecen con más frecuencia cuando el sujeto muestra este tipo de estrés son los propios de la ansiedad y de la depresión. Como ya apuntamos antes se pueden ver alterados tres componentes del individuo. La baja realización personal, vinculada con el componente cognitivo, el sujeto realiza una valoración negativa de sus habilidades profesionales y de la relación que establece con los clientes, derivando en una desmotivación e insatisfacción del trabajo realizado.
Asimismo, el componente emocional se debe a la aparición de cansancio emocional, el empleado se siente agotado, muy desgastado y cansado por la interacción continua que tiene con otras personas (trabajadores o clientes). Finalmente la despersonalización, que hace referencia al componente conductual, percibimos una actitud negativa, con mayor irritabilidad y respuestas frías e impersonales del trabajador hacia las otras personas, compañeros.
No es necesario que estén los tres componentes presentes, puede que un individuo sufra estrés laboral y solo muestre uno de ellos. De igual forma, es posible que vayan apareciendo de forma gradual, normalmente el cansancio emocional y la baja realización surgen primero pudiendo derivar en despersonalización, si no se pone remedio o no se hace nada para evitarlo.
Otros síntomas que pueden surgir, siendo estos muy diversos y vinculados tanto con afectaciones más psicológicas o más fisiológicas, pueden ser: baja autoestima, nerviosismo permanente y excesivo, dificultad en habilidades cognitivas como la concentración o la memoria, bajo rendimiento, agresividad, aburrimiento, dolor de cabeza, alteraciones del sueño, taquicardias, falta al trabajo, entre otros.
Se han descrito 4 fases vinculadas con la manifestación del Burnout: en un primer momento, cuando la persona empieza a trabajar en el nuevo empleo, se muestro contento y entusiasmado; a continuación, según las condiciones y distintas variables citadas, puede aparecer un estancamiento laboral y derivar en una fase de aumento de la actividad y apatía, finalmente si no se pone remedio es probable que derive en la estrés laboral.
- Te recomendamos leer: "8 síntomas que indican cuándo acudir al psicólogo"
Tratamiento
Dado que las causas son distintas y muy diversas, así como los diferentes síntomas que se pueden mostrar, es necesario que el tratamiento también acoja e intervenga en las distintas afectaciones. Esta alteración, no solo repercute al sujeto que la padece sino también a la organización donde trabaja, ya que puede ver disminuida su producción. Por este motivo, la empresa debe considerar qué cambios puede realizar para conseguir disminuir el malestar y aumentar la satisfacción de sus empleados.
La empresa se puede plantear un modo de trabajo más organizado, mayores recompensas y feedback ante el trabajo de sus empleados, más tiempo y herramientas para realizar la faena, mayor formación de sus trabajadores. En definitiva, intentar disminuir la sobrecarga y la sensación de estar quemado laboralmente.
Por otra parte, también será esencial trabajar con el propio individuo, puesto que es el principal afectado, haciendo una intervención sobre todo psicológica. Sólo en los casos donde la sintomatología sea muy intensa o sea imprescindible para lograr la mejora, se realizará un tratamiento farmacológico, con antidepresivos o ansiolíticos.
Es fundamental que expliquemos al sujeto qué es el Burnout, es decir, que realicemos psicoeducación, para que sepa mejor qué le sucede y que es posible intervenir para mejorar su situación. Al vincularse la sintomatología principal con el estrés podemos aplicar técnicas dirigidas a disminuirlo, como el entrenamiento en respiración o relajación. Asimismo, la relación que muestra con la presencia de expectativas inalcanzables o muy altas, podemos intentar modificarlas y formar otras parecidas pero más asequibles.
También es interesante trabajar la autoestima ya que, un bajo nivel de esta, puede ser una de las causas de la afectación o verse disminuida como consecuencia de la situación vivida. La asertividad y el trabajo de habilidades sociales y de comunicación son imprescindibles para una buena relación tanto con los compañeros como con los clientes.
Por último, como con cualquier otra afectación o como método general de vida, es esencial cumplir unos hábitos saludables como comer variado y las cantidades recomendadas para conseguir los nutrientes necesarios, descansar y dormir las horas indicadas, mínimo 7, practicar deporte de manera regular y reducir el consumo de sustancias, como tabaco o alcohol, que pueden repercutir en nuestra salud.
