Sistema excretor humano: qué es, partes y funciones

Este sistema del cuerpo humano se encarga de expulsar las sustancias no provechosas.

Sistema excretor

Para un correcto funcionamiento del organismo, es necesario que los sistemas que lo configuran funcionen adecuadamente. Los sistemas del cuerpo son varios, incluyendo el circulatorio, el endocrino, el inmunitario, el nervioso, el respiratorio…

En este artículo hablaremos de uno de ellos: el sistema excretor, encargado de expulsar las sustancias no provechosas o tóxicas para el organismo. Conoceremos en qué consiste, qué órganos lo conforman, sus características y funciones, sus partes y los procesos en los que interviene.

Sistema excretor: ¿qué es?

El sistema excretor es uno de los sistemas del cuerpo humano, y es el encargado de eliminar las sustancias que nuestro organismo no necesita una vez ha aprovechado los nutrientes que éstas le han proporcionado. Este sistema es de gran importancia para el organismo, ya que permite la eliminación de toxinas y residuos y, por extensión, el correcto funcionamiento del cuerpo.

La eliminación de residuos se produce principalmente a través de tres vías: la micción (expulsión de orina), la respiración (absorción de oxígeno y expulsión de dióxido de carbono) y la sudoración (eliminación de toxinas a través de la piel).

Partes

El sistema excretor está formado por cuatro órganos o estructuras: el aparato urinario (formado, a su vez, por cuatro estructuras que veremos a continuación), la piel, los pulmones y el hígado.

Vamos a ver con detalle los cuatro órganos que forman el sistema excretor a continuación, conociendo su anatomía y funciones.

1. Aparato urinario

El aparato urinario (también llamado de forma genérica “sistema excretor”) está formado por las siguientes estructuras: los riñones, los uréteres, la vejiga y la uretra. El aparato urinario tiene una doble función: producir y excretar la orina. La orina está formada básicamente de agua, aunque también contiene restos de otras sustancias, como por ejemplo la urea (una sustancia tóxica).

La orina se produce en los riñones, y una vez formada, desciende desde los riñones hasta la vejiga por unos conductos llamados uréteres (son dos, uno por cada riñón).

Una vez en la vejiga, la orina se va acumulando hasta que la persona siente la necesidad de orinar (esta necesidad nace a raíz de una serie de impulsos nerviosos, que detectan que la vejiga se empieza a llenar). Un dato curioso es que aunque la vejiga tiene una capacidad de almacenamiento de hasta un litro, la necesidad de orinar se empieza a sentir cuando se acumulan unos 400 o 500 centímetros cúbicos de orina.

Aparato urinario

Otro dato interesante es que la orina no puede retroceder hacia los riñones una vez se encuentra en la vejiga; esto ocurre porque la vejiga contiene una serie de válvulas que bloquean el acceso de la orina hacia los uréteres.

Vamos a ver en qué consiste cada una de estas estructuras ya mencionadas que configuran el aparato urinario.

1.1. Riñones

Los riñones son el órgano principal del sistema excretor. Se trata de dos estructuras en forma de judías, que pesan alrededor de 150 gramos y que miden unos 12 centímetros de largo y unos 5 centímetros de anchura. Estos órganos se sitúan debajo de la caja torácica, donde se encuentran las costillas. Tenemos dos, cada uno localizado en un lado de la columna vertebral.

La función básica de los riñones es la de filtrar la sangre y eliminar los residuos o desechos de la misma, produciendo la orina. Además, también filtra el exceso de agua que consumimos.

Riñones

1.2. Uréteres

Uréteres
Los delgados tubos que conectan los riñones con la vejiga son los uréteres.

Los uréteres, igual que los riñones, son dos. Se trata de una especie de conductos o “tubos” excretores finos, cada uno de los cuales desciende desde los riñones hasta la vejiga, lugar donde se almacena la orina.

Estos conductos miden de largo aproximadamente 30 centímetros, y tienen un diámetro de 0,5 centímetros. Las paredes de los uréteres son gruesas y están recubiertas internamente por mucosa.

La orina desciende por los uréteres a través de una serie de ondas peristálticas, que son contracciones de la musculatura del sistema digestivo y del excretor.

1.3. Vejiga urinaria

La vejiga urinaria es la estructura encargada de almacenar la orina antes de que ésta se expulse por la uretra. Su capacidad de almacenamiento varía de una persona a otra, pero suele oscilar entre los 500 centímetros cúbicos y el litro de orina.

Vejiga

1.4. Uretra

Uretra

La uretra es la estructura que permite que la orina salga hacia el exterior del cuerpo; es decir, permite el proceso denominado “micción” (en lenguaje ordinario: “hacer pis" o "hacer pipí”).

A nivel anatómico, la uretra consiste en un pequeño conducto en forma de tubo. Dispone de dos esfínteres en su inicio que permiten el control de paso de la orina. Estos esfínteres, cuando nacemos y somos pequeños, son involuntarios, pero progresivamente acaban siendo voluntarios; de esta manera, el control de esfínteres se suele adquirir entre el segundo y el cuarto año de vida.

Por otro lado, cabe mencionar que en los hombres, la uretra, además de cumplir una función excretora, también tiene una función reproductora.

2. Piel

Piel

La piel es otro de los órganos del sistema excretor, que permite la eliminación de toxinas, agua, sustancias orgánicas y sales, además de cumplir otras funciones. Se trata del órgano más grande del cuerpo humano.

En la piel se localizan las glándulas sudoríparas, encargadas de segregar el sudor, un líquido transparente compuesto por agua, minerales, urea y ácido láctico. Los poros de la piel son los que se encargan de expulsar dicho sudor.

Así, la sudoración es el proceso que permite, además de expulsar toxinas, regular nuestra temperatura corporal. Sudamos cuando realizamos ejercicio físico, cuando estamos nerviosos, cuando tenemos mucho calor, cuando padecemos sobrepeso o cuando ingerimos alimentos picantes.

Tipos de glándulas sudoríparas

Concretamente, encontramos dos tipos de glándulas sudoríparas: las ecrinas y las apocrinas. Mientras que las primeras se encuentran en casi todo el cuerpo y se abren en la propia superficie de la piel, las segundas sólo se encuentran en zonas donde abundan los folículos pilosos (cuero cabelludo, axilas, ingle…), ya que se abren en ellos.

3. Pulmones

Pulmones

Los pulmones, aunque forman parte del sistema respiratorio, también se consideran parte del sistema excretor, ya que son los órganos encargados de expulsar el dióxido de carbono (CO2) y por lo tanto de eliminar sustancias nocivas.

Concretamente, a los pulmones llegan a través de la sangre los desechos celulares que el organismo necesita eliminar, y que no han podido ser eliminados por los dos órganos anteriores (ni los riñones ni la piel).

A través del proceso de la respiración, se libera agua del organismo, y éste, a su vez, obtiene oxígeno.

4. Hígado

El hígado es otro órgano del sistema excretor, encargado de eliminar toxinas y lípidos, que son sustancias orgánicas insolubles (grasas). Se localiza en la parte superior derecha del abdomen.

Además, el hígado transforma el amoníaco (sustancia altamente venenosa) en urea (sustancia menos tóxica), que pasa a la sangre y se excreta en los riñones. Como hemos visto, en los riñones se excretan las sustancias nocivas o no aprovechables por el organismo.

Por otro lado, otra función que cumple el hígado es la de descomponer la hemoglobina de los glóbulos rojos muertos para poder volver a utilizarse.

Hígado

Funciones

Así, como hemos ido viendo a lo largo del artículo, a modo de síntesi, las principales funciones del sistema excretor son básicamente la eliminación de residuos o sustancias tóxicas y la regulación del equilibrio de los fluidos corporales.

Como hemos constatado, el sistema excretor es de vital importancia para el organismo, ya que elimina aquellas sustancias tóxicas, así como desechos y residuos que nuestro cuerpo no necesita y que, de acumularse, podrían ocasionar problemas (por ejemplo piedras en el riñón). Es decir, tiene un papel “depurador” importante.

El incorrecto funcionamiento del sistema excretor se traduce en problemas de insuficiencia renal, cistitis o nefritis, entre otros.

Otra de las funciones del sistema excretor es regular los niveles de agua y los fluidos corporales, facilitando la homeostasis y la osmorregulación.

Referencias bibliográficas

  • Latarjet, M., Ruiz, A., Pró, E. (2019). Anatomía humana. Editorial Médica Panamericana.

  • Megías, M., Molist, P., Pombal, M.A. (2019). Atlas de Histología Vegetal y Animal Órganos animales: excretor. Atlas de la Universidad de Vigo.

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