Los 9 tipos de drogas (y sus características)

Una droga es toda sustancia que provoca un efecto cuantificable sobre el organismo del consumidor. En base a esta premisa, te mostramos los tipos más comunes de ellas.

Tipos drogas

El término “droga” no es lo que podría parecer en primera instancia, pues su significado real no concuerda del todo con el que se le ha atribuido a nivel social. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define este concepto de la siguiente forma: “término de uso variado que en medicina se refiere a toda sustancia con potencial para prevenir o curar una enfermedad”.

En español, la droga suele asociarse a sustancias psicoactivas y, de forma más concreta, a compuestos de naturaleza ilegal y uso recreativo. Irónicamente, el término “droga” es prácticamente indivisible de la medicina, pues la mayoría de sustancias consumidas de forma ilegal a día de hoy (marihuana, opio, LSD, cocaína, MDMA y otros) se dieron a conocer en primer lugar en el ámbito clínico.

En la actualidad, se conoce que el alcohol, la nicotina y la cafeína son las drogas más consumidas en todo el mundo, pues gozan de legalidad en la mayoría de regiones. Aunque resulte socialmente difícil concebirlas como tal, datos como este zanjan cualquier debate: el alcohol mata hasta a la mitad de personas que lo consumen y la nicotina es hasta 5 veces más adictiva que la cocaína.

En base a este debate ético y terminológico, se abren una serie de frentes de difícil discusión: ¿Qué es una droga? ¿Hasta dónde llega la definición del término? ¿Cuáles son las sustancias psicoactivas más consumidas en el mundo? Aprovechamos esta oportunidad para dar respuesta a estas cuestiones y muchas más, pues hoy te traemos los 9 tipos de drogas y sus características.

¿Qué es una droga y cómo se distribuye su uso?

La Real Academia Española de la Lengua (RAE) nos brinda un par de definiciones para el término “droga”: “una sustancia mineral, vegetal o animal, que se emplea en la medicina, en la industria o en las bellas artes” y “sustancia o preparado medicamentoso de efecto estimulante, deprimente, narcótico o alucinógeno”. Con fines divulgativos, recalcamos que a partir de ahora nos centramos en la segunda acepción del término, pues, si nos ponemos puristas, cualquier tipo de fármaco podría considerarse una droga.

Teniendo esta acepción en cuenta, te presentamos una serie de datos brindados por el Informe mundial sobre las drogas (2020), que ayudan a contextualizar el consumo de estas sustancias a nivel global:

  • 269 millones de personas consumieron drogas en el año 2018 en todo el mundo, un 30% más que 10 años atrás.
  • Casi 36 millones de personas sufren trastornos asociados al consumo de drogas a nivel mundial.
  • Solo 1 de cada 8 personas que requieren un tratamiento para su adicción lo terminan recibiendo.
  • Las incautaciones de anfetaminas se han cuadruplicado en los últimos 10 años.

Estos datos ponen en evidencia que las drogas, lejos de desaparecer, cada vez se abren más paso a nivel social en nuestra cultura. Además, a día de hoy un nuevo fármaco ocupa la mente y preocupación de los organismos internacionales: el consumo continuado y descontrolado de las benzodiazepinas (alprazolam, diazepam, lorazepam y otros) es una crisis real, sobre todo# 1 en regiones como Estados Unidos.

¿Cuáles son los tipos de drogas en función del mecanismo de acción?

Más que contarte ejemplos de drogas ya presentes en la cultura (marihuana, LSD o cocaína), vemos de especial interés categorizar a las drogas en base a su mecanismo de acción. Vamos a ello.

1. Depresoras

Un depresor es una sustancia química que ralentiza la actividad del sistema nervioso central (SNC). Sus efectos generales inducen sensación de calma, somnolencia, euforia (en pequeñas dosis), aturdimiento, relajación a nivel muscular, pérdida de coordinación motriz y a veces sensaciones desagradables, como náuseas y mareos.

En pequeñas dosis, las drogas depresoras provocan relajación, calma y desinhibición. En cantidades altas, estas sensaciones positivas se transforman en cansancio, náuseas y vómitos, coma e incluso muerte. La sedación profunda puede acarrear una depresión respiratoria en el paciente y, por tanto, una posible defunción.

Algunos ejemplos de drogas depresoras son el alcohol, opioides (heroína, morfina y codeína), cannabis, ketamina, GBH y las benzodiacepinas. De las casi 23.000 personas que fallecieron por sobredosis medicamentosas en el año 2013 en Estados Unidos, un 30% de ellas perecieron por el consumo excesivo de benzodiacepinas. Su prescripción en la población general para trastornos emocionales (ansiedad y depresión, entre otros) ha aumentado en más de un 70% en los últimos años, así que la situación de estos fármacos es cuando menos delicada.

Alcohol

2. Alucinógenas

Los alucinógenos son un grupo de drogas que, en concentraciones no tóxicas, causan alteraciones profundas en la percepción sensorial de la persona que las consume. Bajo la influencia de estas sustancias, el individuo puede percibir realidades completamente infundadas, experimentar sensaciones muy distintas e, incluso, generar asociaciones mentales y/o emocionales prácticamente imposibles de alcanzar en un estado de vigilia normal.

Según diversos estudios, ciertos psicodélicos promueven la experiencia de un “estado elevado de consciencia”, pues el cerebro parece no circunscribirse a normas fisiológicas tan férreas tras consumir drogas como el LSD. Esto parece ayudar a pacientes con trastornos psicológicos, pues la reclusión social y el concepto del “yo” se pueden diluir gracias a la acción de estas sustancias en ciertos tratamientos de índole psiquiátrica.

A pesar de sus propiedades positivas, el consumo de ciertas sustancias alucinógenas puede volverse negativo rápidamente: algunos efectos secundarios bajo su influencia son alucinaciones peligrosas, pérdida de memoria, estrés, ansiedad, aumento del ritmo cardíaco, paranoia, ataques de pánico y agresividad. Entre las drogas alucinógenas más consumidas encontramos el LSD, la psilocibina (setas) y PCP.

3. Estimulantes

Son sustancias que, como su propio nombre indica, estimulan el funcionamiento y excitación del sistema nervioso central (SNC). Tras su consumo, el individuo sentirá un ritmo cardíaco acelerado, un aumento de la presión arterial, incremento de la temperatura corporal, reducción en el apetito, agitación y falta de ganas de dormir, entre otras cosas.

Todos estos efectos, tras el abuso de estas drogas o su uso demasiado continuado, pueden desembocar en un ataque al corazón e incluso muerte del paciente. Otros efectos secundarios negativos de las drogas estimulantes son la ansiedad, sentimientos de pánico, crisis convulsivas, taquicardias, paranoia y dolor estomacal.

Entre las drogas estimulantes más comunes encontramos a la cafeína, anfetaminas, cocaína y nicotina. Como podrás comprobar, 2 de las 3 drogas más extendidas en todo el mundo (exceptuando el alcohol) se encuentran dentro de esta categoría.

Cocaína

¿Cuáles son los tipos de drogas en base a su uso?

Te hemos presentado los tipos de drogas según su acción realizada en el organismo, pero este sistema clasificatorio no es el único que se contempla desde un punto de vista social. A continuación, te presentamos los tipos de drogas existentes en base a su lugar de utilización.

1. Analgésicos

Entramos en un grupo más farmacológico que recreacional, pues los analgésicos tienen como funcionalidad reducir el dolor en los pacientes. De todas formas, algunas personas toman dosis de analgésicos más altas de las recomendadas con fines recreativos, para dañarse a sí mismos (intento de suicidio) o en el caso de dolor crónico.

Entre los analgésicos más comunes podemos detectar a la aspirina, paracetamol e ibuprofeno, que son de venta libre. Por otro lado, existen fármacos analgésicos que requieren una prescripción médica, como es el caso de la codeína, fentanilo, morfina y oxicodona. Estos últimos medicamentos son los que suelen utilizarse de forma ilegal con fines recreativos.

Morfina

2. Inhalantes

Los fármacos inhalantes se inhalan a través de la nariz o la boca, así que su entrada en el torrente sanguíneo es muy rápida y la sensación de “coloque” es casi inmediata. Los nitritos, gases y aerosoles son ejemplos de agentes inhalantes. Llama la atención especialmente el óxido nitroso o gas de la risa, pues ha estado de moda en décadas pasadas por sus efectos alucinógenos y eufóricos.

3. Opioides

Los opioides se concibieron a nivel farmacológico para reducir el dolor crónico en pacientes, pero algunas de las drogas ilegales más agresivas a día de hoy se encuentran en este grupo. El fentanilo y la heroína son los ejemplos más claros.

Heroína

4. Drogas festivas

Dentro de este grupo se encuentran todas las drogas que, más allá del ámbito médico, se utilizan con el fin de mejorar una situación festiva, sobre todo entre personas jóvenes y en ciertos ambientes concretos. El MDMA y otras anfetaminas, la cocaína, la ketamina y el GHB son algunos ejemplos englobados en esta categoría. La mayoría entran en la variante previamente descrita de estimulantes, pues al individuo le interesa permanecer despierto y eufórico por muchas horas seguidas.

Otras drogas festivas son los alucinógenos, aunque estos se suelen consumir menos y están “menos normalizados” a nivel social, ya que la alteración de la percepción que provocan no es apta para muchos escenarios.

5. Drogas de rendimiento

Aunque no lo parezca, las sustancias químicas consumidas por profesionales en ciertos ámbitos deportivos también se consideran drogas. En este grupo encontramos a los esteroides, péptidos y ciertas hormonas. La mayoría de estas sustancias buscan la ganancia de masa muscular de forma rápida y efectiva, aunque sus efectos secundarios no son pocos.

Aquí también podrían incluirse a aquellas drogas que mejoran el rendimiento individual en lo que a concentración y disminución del sueño se refiere, como el tabaco o la cafeína. Su función es psicoactiva y de activación del sistema nervioso central.

Cafeína

6. Drogas con prescripción

Las medicinas prescritas por un doctor también pueden utilizarse con fines nocivos, pues prácticamente toda sustancia puede causar una sobredosis y alterar el funcionamiento del organismo del paciente. Las pastillas para dormir, los sedantes y los analgésicos potentes pueden utilizarse con fines perjudiciales si se consumen en exceso o en conjunción con otras sustancias (como el alcohol).

Resumen

En estas líneas hemos tratado de recoger toda la variedad de drogas presentes en la sociedad moderna, pero seguro que nos hemos dejado alguna por el camino. El mensaje general, de todas formas, queda bastante claro: no solo la cocaína y la heroína son drogas en sí mismas, pues casi cualquier fármaco utilizado de forma irresponsable puede generar cambios en el organismo de quien lo consume y, por tanto, entra dentro de la definición al uso de “droga”.

Desde un analgésico potente hasta una pastilla para dormir, toda sustancia utilizada con fines diferentes al indicado y en dosis no estandarizadas es una droga. En esta borrosa línea recae un gran problema social, pues muchos adictos a ciertos fármacos no son conscientes de ello, ya que están consumiendo sustancias recetadas primariamente por un médico.

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