Los sexólogos son los profesionales que se encargan del estudio de la sexología, que es la ciencia de la salud dirigida al conocimiento, evaluación e intervención de la sexualidad. La vivencia de la sexaulidad de manera plena y satisfactoria es un factor importante en la vida de las personas. Al considerarse el sexo un tema tabú solo conseguimos generar desinformación y falta de conocimiento que puede derivar en conductas de riesgo, poco saludables y descriminación o prejucios relacionados con la sexualidad. Existen distintos factores vinculados con el sexo, con la práctica sexual, pero también con la identidad sexual o con la orineciaón dexual.
De este modo, el sexólogo se especializa en distintos ámbitos para afrontar las diferentes alteración relacionadas en la sexualidad, distinguiremos entre: educador sexual, que tienen como principal objetivo informar y dar a conocer los distintos modos de vivir la sexualiad; sexólogo de trastornos sexuales, dirigidos a tratar las alteraciones sexuales que se deben a factores psicológicos; sexólogo de lesiones orgánicas, cuando la patología sí se debe a afectación orgánica, en este caso el profesional es médico; y sexólogo dirigido a tratar problemas de pareja. En este artículo hablaremos de la sexología y de los profesionales que se encargan de estudiarla, los sexólogos. Así como de los distintos tipos de sexólogos que existen.
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¿Qué es la sexología?
Podríamos definir la sexología como la ciencia que se encara de estudiar el sexo, entendido este no solo como el acto sexual, sino como lo que comporta ser mujer y hombre, sentirse como tal y vincularse con sujetos del mismo sexo o del sexo opuetso. De este modo, tienen en cuenta diferentes ámbitos desde las expresiones sexuales, la vivencia de la propia identidad sexual, con qué sexo nos identificamos, la orientación sexual, es decir, por quien nos sentimos atraídos, y la interacción entre individuos.
Así el sexólogo, que es el profesional de esta rama de la ciencia de la salud, muestra funciones como: realizar psicoeducación sexual, dar información y orientación y hacer asesoramientos e intervenciones, ante distintos problemas sexuales, como dificultad para alcanzar el orgasmo o dolor cuando se tienen relaciones sexuales.
Vemos pues la importancia de la sexología, ya que procura que la vivencia sexual, tanto referente a uno mismo como vinculada con otras personas sea favorable y no nos genere malestar. Se relaciona tanto con aspectos fisiológicos como psicológicos, aunque en la mayoría de ocasiones los factores psicológicos son más influyentes, es decir, son la principal causa.
Actualmente no existe un grado universitario específico para los estudios de sexología, el modo de formarnos en este rama es mediante la realización de un máster, al cual podremos acceder realizando previamente un grado. El grado que suele cursarse es e de Psicología, aunque también pueden realizarse otros en el ámbito de la salud o social, como Medicina, Educación Social o Trabajo Social.
Tras especializarse realizando el máster de sexología, los sujetos estarán preparados para intervenir en distintas problemáticas de pareja o de vivencia de sexo. Siendo por tanto imprescindible para poder educar en hábitos sexuales saludables y permitiendo que todo el mundo pueda disfrutar de las experiencias sexuales.
¿Qué tipo de sexólogos existen?
Ahora que conocemos mejor qué es la sexología y qué funciones realiza el sexólogo, haremos mención de los distintos tipos de sexólogos que existen. Como hemos visto las funciones que puede realizar un sexólogo son diversas, siendo distintos los profesionales que se pueden especializar en esta disciplina y mostrando diferentes objetivos. Veamos pues, qué clases de sexólogos podemos encontrar y cuáles son sus características principales.
1. Sexólogos especialistas en trastornos sexuales
Como ya hemos mencionado el grado que suele realizarse previo a cursar el máster de sexología es el de Psicología. De este modo, una de las funciones que puede ejercer el sexólogo es evaluar, diagnosticar y tratar trastornos vinculados con disfunciones sexuales, es decir, problemas que surgen durante o relacionados con el acto sexual.
Dos de los sexólogos que más se vincularon con el estudio de la respuesta sexual humana fueron Virginia Johnson y William Masters, quienes propusieron 4 fases en la respuesta sexual: excitación, meseta, orgasmo y resolución. En las dos primeras se encuentra activo el sistema nervioso parasimpático, es decir, el vinculado con la relajación y en las dos últimas se activa el sistema nervioso simpático o activador. Posteriormente Helen Singer Kaplan introduzco la fase de deseo. Estas distintas fases o etapas son las que pueden mostrar alteraciones y comportar los distintos tipos de disfunciones sexuales.
Los Manuales Diagnósticos de Trastornos de Salud Mental muestran criterios para distintas patologías como trastorno por evitación, trastorno por falta de deseo, trastorno para alcanzar el orgasmo o trastorno por dolor. Se ha observado que en la mayoría de ocasiones las causas que derivan en estas disfunciones son psicológicos, vinculadas a una mala educación, a una experiencia traumática, a una incorrecta práctica sexual, a problemas de pareja… Es en estas alteraciones donde interviene el sexólogo especialista en este tipo de alteraciones con el propósito de que los sujetos puedan volver a vivir su sexualidad de forma funcional y reducir el malestar.
Los tratamientos dirigidos a estas afectaciones pueden ser más o menos generales. Existen intervenciones dirigidas a tratar disfunciones específicas, como es el caso de la técnica de parada y arranque utilizada para la eyaculación precoz. En cambio, otras muestran un rango de aplicación más amplio como es el caso de psicoeducación.
2. Sexólogo en lesiones orgánicas
El sexólogo especialista en lesiones orgánicas, es decir, en tratar patología sexuales vinculadas con causas orgánicas, muestra como estudios previos el grado de Medicina, es médico especialista en sexología. Antes mencionamos que las causas más habituales de trastornos por disfunciones sexuales son psicológicas, pero también hay la posibilidad de que sean alteraciones orgánicas las que expliquen dicha alteración, o incluso ambas.
Las alteraciones orgánicas pueden ser distintas, tanto por problemas en el aparato reproductor del individuo como alteraciones en los niveles hormonales. En este caso el tratamiento de elección no será psicoterapia o terapia sexual, sinó tratamiento farmacológico, como por ejemplo el sildenafil, también conocido como viagra o incluso intervención quirúrgica.
Vinculado con los fármacos debemos tener en cuenta que algunos medicamentos recetados para tratar trastornos mentales relacionados con problemas sexuales, como puede ser la depresión, presentan como síntoma secundario una alteración de la capacidad para experimentar la relación sexual normalmente. Debemos tener en cuenta los fármacos, así como el posible consumo de drogas, que puede realizar el sujeto antes de establecer el diagnóstico y el tratamiento adecuado para la disfunción sexual.
3. Educador social
Como ya hemos apuntado la causa más frecuentes que explican las patologías sexuales son los factores psicológicos se vinculan con falta de conocimiento sobre la sexualidad o visión negativa o estereotipada de la sexualidad. Por este motivo, es tan importante realizar intervención educativa donde los profesionales informen de comportamientos saludables y adecuados en el sexo, para dar conocimiento y desestigmatizar la vivencia de la sexualidad y reducir el prejudio a sujetos que se salgan de la “norma” como transexuales o inetresexuales.
Esta intervención educativa se puede realizar de forma individual, si el sujeto acude a consulta o en formato grupal. Del mismo modo, se puede realizar de manera preventiva, a sujetos que no muestran alteraciones o destinada a sujetos que son de riesgo o ya presentan algún tipo de afectación en su sexualidad o vida sexual. Va dirigida a un amplio rango de edad y a ambos sexos. Los temas tratados pueden ser tanto vinculados con formas seguras de sexualidad, distintos modos de vivir la sexualidad o prácticas que ayudan a alcanzar una sexualidad más placentera.
Al final, reducir o evitar informar sobre un tema, el desconocimiento, no reduce la práctica de estas conductas sino que hace que aumente la probabilidad de que el sujeto cometa comportamientos peligrosos para su salud tanto mental como física. Estigmatizar una conducta natural como es el sexo, entre distintos sujetos, independientememte de su identidad sexual o orinetación sexual, comporta mayor malestar en las personas y mayor riego de dismcriminación.
4. Sexólogos de pareja
Los sexólogos especialidazos en tratar problemas de pareja también suelen cursar previamente el grado en Psicología, en ocasiones los problemas en las relaciones sexuales no se deben a un problema individual sino que vinculan a ambos sujetos de la relación, por falta de comunicación o desavenencias que derivan en una falta de satisfacción en las experiencias sexuales. Asimismo, estos problemas de pareja pueden derivar en otras patologías distintas a las disfunciones sexuales, como podría ser alteraciones en el estado de ánimo.
La función del sexólogo en esta ocasión será tratar los dos implicados de manera conjunta para resolver las posibles diferencias y realizar psicoeducación para que su conocimientos e información sexual sea adecuada. Al final el sexo, aunque no es el único factor importante en una realción de pareja, sí que es un elemnto fundamental que distingui este tipo de relación de otras. Las relaciones sexuales comportan una situación de elevada intimidad con nuestra pareja y es importante que, para que se viva y se recuerde como un acto placentero y agradable, que es lo que debería ser, ambos sujetos disfruten y se sientan satisfechos.
