Cuesta de enero: ¿qué es y cómo afrontarla con éxito?

Un problema muy recurrente que padecen las familias en esta época del año.

Cuesta de enero

Diciembre. Regalos, papá noel, los reyes magos, comidas y cenas familiares... El último mes del año es, por excelencia, el momento en que más gastos se acumulan.

Enero. Se terminan las vacaciones, la resaca de las comidas copiosas empuja a repensarse lo de apuntarse al gimnasio. Se suceden éste y otros propósitos para el año que empieza. Sin embargo, en muchas familias se presenta el mismo problema de cada año: la temida cuesta de enero.

La cuesta de enero: ¿qué es?

Se conoce como "cuesta de enero" el problema financiero que sufren las familias en las dos últimas semanas del primer mes del año.

Como hemos apuntado al principio del texto, enero es un mes de 'resaca financiera' en las familias puesto que venimos de la época navideña donde se suceden los gastos de todo tipo. Esto hace que muchas familias se vean apuradas y tengan la cuenta corriente en números rojos durante los últimos días o incluso semanas de enero.

Es un problema real que, más allá de las lógicas consecuencias negativas a nivel financiero, los padres y madres de familia también pueden acusar problemas psicológicos. Para hablar sobre este tema y buscar posibles soluciones desde la psicología, hemos hablado con el psicólogo Bertrand Regader.

Elvira Cuesta: ¿Existe una fórmula perfecta para afrontar la famosa cuesta de Enero?

Bertrand Regader: Cada hogar y cada persona tiene sus propios trucos para resistir este momento del año tan complicado financieramente. Pero, desde luego, hay varias pautas recomendadas tanto por psicólogos como por economistas que no pueden faltar:

  • Prevención en Navidad: no excederse en gastos durante la navidad en vistas a que esto repercutirá directamente en nuestra salud financiera.
  • Cajón de imprevistos: contar con una cuenta corriente aparte con una cantidad suficiente para afrontar imprevistos en la cuesta de enero es una de las estrategias más recomendadas. Basta con destinar entre 30 y 50€ mensuales a esa cuenta corriente aparte para tener una caja de resistencia para poder salir de un apuro puntual.

¿Cómo podemos superar la tentación del gasto al ser bombardeados constantemente por publicidad en TV e internet?

Hay que saber gestionar nuestros impulsos consumistas y tener un presupuesto previo para dedicar a los gastos navideños. Este presupuesto nunca debe ser sobrepasado, y debe ceñirse a una cantidad de la que estemos seguros que podemos afrontar sin problema y sin consecuencias negativas en los meses posteriores.

Otro consejo típico pero también muy cierto es que intentemos comprar aquello que tenga un valor de uso, es decir, que le vayamos a sacar partido durante bastante tiempo. Así, evitamos gastar en regalos poco útiles que solo obedecen a nuestra impulsividad a la hora de comprar.

¿Cuál es la mejor forma de hacer que la autodisciplina funcione y cuidar así nuestro bolsillo?

El camino de la autodisciplina y de la austeridad dependen en gran medida de la educación recibida y de la personalidad de cada individuo. Todos conocemos personas con gran tendencia a gastar, y otras que controlan hasta el milímetro sus finanzas.

Como en cualquier ámbito de la vida, la virtud está en el equilibrio y en saber gestionar nuestra economía personal con racionalidad. Esto no significa que de vez en cuando no nos podamos permitir algún capricho.

¿Por qué no aprendemos de otros años? ¿Qué podemos hacer para concienciarnos?

El ser humano tiende a olvidar con facilidad y a tropezarse muchas veces con la misma piedra. La mejor forma de concienciarnos es tener estrategias de ahorro y de control de gasto como las anteriormente mencionadas, además de intentar ser críticos y escépticos ante el bombardeo publicitario que recibimos diariamente. No todo lo que sale en un anuncio es tan bueno como nos muestran.

Además, existen apps y softwares para gestionar las finanzas personales, aunque no son demasiado conocidas para el público general, pero pueden tener un efecto disuasorio ante gastos innecesarios.

La cuesta de enero a menudo arrastra consecuencias psicológicas ¿qué pautas darías a los lectores para que las puedan aliviar de alguna forma?

Si todas las estrategias de ahorro y de prevención de riesgos han fallado, es probable que nos encontremos casi de un día para otro con que faltan bastantes días para terminar enero y estamos en números rojos. Más allá de los recursos monetarios a los que el afectado pueda recurrir (préstamos, créditos, pedir dinero a un familiar...), es posible que experimente una sensación de ansiedad bastante acusada.

En estos casos, es recomendable llevar una vida reposada, hacer deporte y alimentarse correctamente. En muchos de estos casos, al llegar el día de cobro los problemas quedan bastante mitigados, así que estamos ante una situación puntual que el paso de los días hace que se solucione por sí misma, por lo menos si se cuenta con un ingreso recurrente.

También es altamente aconsejable contar con la atención de un psicólogo para recibir orientación sobre cómo afrontar estos días de agobio.

¿Existen distintos patrones de afrontamiento en función de la personalidad de las personas?

Sí. Hay personas con una tendencia a la ansiedad muy acusada, que ante un problema pequeño realmente sufren y pueden experimentar pensamientos obsesivos.

Y en el otro extremo, personas que saben gestionar sus emociones y las situaciones negativas con un aplomo realmente asombroso. En estos casos, lo recomendable es no "preocuparse" demasiado, pero sí "ocuparse" y mirar de encontrar soluciones tanto en el aspecto financiero como en el psicológico, si es que la situación está afectando a nuestro bienestar.

¿Hay algún perfil de personas más vulnerable de padecer los efectos negativos de la cuesta de enero?

Objetivamente, las personas con ingresos más bajos tienen unas mayores probabilidades de encontrarse en un apuro financiero a finales de enero. Aunque, en muchos casos, personas con unos ingresos medios y altos también pueden toparse con este problema si tienen poco control de los impulsos y tienden a realizar compras de forma poco racional.

Para cualquiera de los dos perfiles es necesario abordar esta situación con formación práctica financiera y psicológica: por un lado necesitamos que comprendan que sus finanzas son un bien preciado que deben saber gestionar eficazmente. Por otro lado, sería conveniente que reciban terapia para el control de impulsos si se da el caso en que realizan compras compulsivas o irracionales, de este modo les ayudamos a basar su autoestima y su felicidad en aspectos no relacionados con el placer momentáneo que obtienen cuando realizan una compra.

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