Todos hemos mentido en alguna ocasión, aunque el propósito de cada una pueda ser distinto y buscar diferentes objetivos. No todas son igual de malas, incluso algunas pueden tener buena voluntad. Pese a que no tenemos una buena valoración de las mentiras, no siempre esconden una mala intención y puede que a veces ocultemos o modifiquemos la verdad para proteger o no dañar a otra persona.
En cambio, también es conocido que se pueden utilizar con la finalidad de conseguir un beneficio propio aun perjudicando así a otros. Con este artículo podrás conocer mejor qué se entiende por mentir, qué tipos de mentiras existen y cuáles son sus características distintivas.
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¿Qué es una mentira?
La mentira es una expresión o manifestación contraria a la verdad, a lo que realmente sabemos, pensamos o creemos. El objetivo de esta actuación puede tener buenas o malas intenciones, por ejemplo se puede utilizar con el propósito de engañar o aprovecharse de la otra persona o la podemos realizar con buena intención para no dañar al otro.
Aunque normalmente pensamos en las mentiras expresadas verbalmente, también consideramos mentir actuar de forma contraria a la realidad, simular o fingir. El sujeto, la mayoría de veces, tiene la voluntad y conciencia de que está engañando, es decir el sujeto conoce la verdad y decide falsear la respuesta o ocultar parte de la verdad.
De este modo, pese a considerarla una acción negativa, todo el mundo hemos mentido en alguna ocasión y en ciertas circunstancias esta mentira puede ser la mejor opción, ya que según la importancia de los hechos o quién sea el interlocutor, es mejor no decir lo que uno piensa por el bien del otro o por el suyo propio.
¿Qué clases de mentiras existen?
Como ya hemos introducido la finalidad de mentir puede ser distinta, así pues existen distintos tipos de mentiras que varían según sus características y por tanto no se consideran todas igual de negativas o dañinas. Veamos, pues, cuáles son las distintas mentiras que podemos decir y con qué objetivo las realizamos.
1. Mentiras piadosas
Las mentiras piadosas se clasifican dentro del tipo de mentiras que tienen como intención evitar el daño o no herir a alguien. De este modo, ocultamos o modificamos la realidad para preservar el estado de la otra persona y que no le afecta de manera negativa. Por tanto, esta variante no tiene una valoración tan negativa y puede mostrar una utilización justificada ya que la finalidad es beneficiar y proteger al otro y no a uno mismo.
Un ejemplo de mentira piadosa consistirá en: una amiga nos muestra un vestido nuevo con el que está muy ilusionada, aunque a nosotros no nos guste, en este caso para evitar dañarla evitaremos decir nuestra verdadera opinión. Esta mentira no perjudica a nadie puesto que no es una acción importante.
2. Mentiras instrumentales
Las mentiras instrumentales, a diferencia de las anteriores, sí que tienen como propósito beneficiarse uno mismo. La intención de modificar la realidad será conseguir una consecuencia positiva u objetivo propio. Por ejemplo, en la situación donde un niño podrá ver la televisión con la condición de hacer primero los deberes, si miente a su madre diciendo que sí que los ha hecho cuando esta no es la realidad se considera una mentira instrumental, dado que el objetivo es conseguir en refuerzo propia.
3. Mentiras por omisión
Cuando realizamos una mentira por omisión estamos ocultando la verdad. Así pues, en esta ocasión no expresamos una información falsa, pero sí que estamos dejando de decir algo que sabemos que es verdad con un propósito. Esta clase de mentira se utiliza mucho cuando queremos persuadir a alguien, es decir convencerle de algo, por ejemplo cuando queremos vender un producto podemos ocultar cierta información que sabemos que no nos ayudará con la venta.
4. Mentiras de negación
Las mentiras de negación consisten en negar la verdad, en esta ocasión, en comparación con las de omisión, damos un paso más puesto que no sólo ocultamos la verdad, sino que negamos que sea cierta. El sujeto a quien negamos la realidad puede ser externo o podemos ser nosotros mismos.
Del mismo modo que existen las medidas de negación también podemos hablar de las de afirmación, que consistirán en la versión contraria donde se afirma una verdad que sabemos que no concuerda con la realidad.
5. Autoengaño
Los autoengaños son mentiras que van dirigidas a uno mismo, se dan de manera involuntaria con el propósito de protegernos o evitarnos daño. Como sucede con las mentiras piadosas en ocasiones es mejor ocultar o modificar la verdad para que el sujeto no se sienta mal. Este tipo de mentiras suelen surgir para preservar nuestra identidad, valores, creencias o decisiones tomadas.
Por ejemplo, después de comprarnos unos zapatos vemos otros más baratos, en esta circunstancia nos convenceremos de que los nuestros nos gustan más o en una situación donde hemos actuado de manera racista, si esta conducta va en contra de nuestros valores intentaremos justificar nuestra acción alegando que nuestro comportamiento ha sido por otra razón.
6. Mentiras compulsivas
Como nos indica su nombre, las mentiras compulsivas se realizan de forma repetida, se miente constantemente. En este caso aunque la intención sigue siendo voluntaria y la persona sabe que está mintiendo, la finalidad no tiene porque ser perversa y puede estar causada por un problema o trastorno psicológico, como se observa en las personas con baja autoestima o sujetos con trastorno de personalidad narcisista.
Así pues, este tipo de personas requerirán de intervención psicológica puesto que es habitual que el no control de estas mentiras cree malestar y solo las podremos disminuir si tratamos el problema que hay detrás.
7. Mentiras de minimización
La mentira de minimización tiene la finalidad de disminuir la importancia de un hecho, creencia, pensamiento… En esta ocasión conocemos la verdad y sabemos la magnitud, pero buscamos ocultar su valor. Esta mentira se utiliza normalmente para expresar humildad, por ejemplo diremos que no nos ha ido tan bien un exámen cuando realmente sabemos que hemos sacado muy buena nota.
8. Mentiras de exageración
Contrariamente a la mentira de minimización, en este caso el sujeto maximiza la situación, es decir, exagera lo que ocurrió o algún aspecto de la circunstancia o de las personas que intervinieron. Esta mentira suele surgir cuando idealizamos una situación o sobre todo una persona. Por ejemplo, cuando explicamos a un amigo la cita que tuvimos es habitual que exageremos algunos de los acontecimientos o situaciones para hacerla más atractiva o llamativa.
9. Mentiras por plagio
En este tipo de mentiras no solo modificamos la realidad sinó que también robamos, puesto que consiste en hacerse propio, otorgarse a uno mismo, el trabajo o idea de otro para el beneficio personal. Dada la magnitud de la acción esta puede ser ilegal y podemos ser denunciados por ello. Esta es una de las mentiras peor consideradas, ya que nos estamos aprovechando del trabajo, esfuerzo, de otro, para favorecerse uno y obtener ganancias.
10. Promesas rotas
Las promesas rotas, no cumplidas, también son un tipo de mentira porque referimos algo que finalmente no cumplimos o no hacemos. Cuando esta promesa la realizamos a sabiendas que no la vamos a realizar, estamos dando falsas esperanzas a la otra persona y le estamos creando una ilusión no verdadera, es decir, estamos mirando por uno mismo, para quedar bien o evitar una situación comprometida y no estamos valorando los sentimientos del otro.
11. Mentiras blancas
La mentiras blancas se relación con las ya nombradas mentiras piadosas. Son mentiras expresadas con el propósito de no herir a la otra persona, es decir, la intención es buena. Este tipo de mentira la empezamos a utilizar con la aparición de la empatía, próximo a los 7 años, dado que es esta capacidad la que permite al sujeto ponerse en el lugar del otro y enter como se puede sentir si le decimos algo que lo dañe.
12. Mentiras negras
El opuesto de las mentiras blancas serían las mentiras negras que tienen como objetivo beneficiarse, salir uno ganando, sin importar causar dolor a la otra persona. En este caso vemos cómo, pese a saber que podemos perjudicar al otro, decidimos mirar por uno mismo, esta conducta la conocemos como egoísmo.
13. Mentiras azules
Las mentiras azules son el término medio de las dos anteriores, de las blancas y las negras. Las consideramos entre el bien y el mal puesto que, pese a beneficiarse uno mismo, el objetivo principal es favorecer a nuestro grupo. De este modo, no es una conducta egoísta sinó que la intención es ayudar a nuestros iguales.
Por ejemplo, si mentimos sabiendo que reconocer un hecho perjudica a toda nuestra clase del instituto, este tipo de engaño se consideraría azul, estamos beneficiando al grupo.
14. Mentiras de reestructuración
En esta ocasión la acción consiste en modificar el contexto. Así pues, en las mentiras de reestructuración no ocultamos ni cambiamos la verdad, solo que cuando la presentamos lo hacemos modificando el contexto para que tenga mejor aceptación y consigamos el efecto deseado en el receptor.
Por ejemplo en los medios de comunicación o en la prensa, a veces se comunica información fuera de contexto que puede causar una impresión diferente en el oyente o lector a la que mostraría si tuviera más información de las circunstancias.
15. Mentiras por error
Las mentiras por error no son mentiras como tal si tenemos en cuenta que el sujeto no sabe que está mintiendo. En este caso la mentira se expresa sin voluntad de hacerlo, dicho de otro modo, la persona está dando información falsa pero sin ella saber que esto es así, cree decir la verdad.
