Células: definición, tipos, características y funciones básicas

Un gran resumen para comprender qué es una célula, qué tipos hay y por qué son tan importantes.

Células

Todo ser vivo está compuesto de células, algunos por solamente una, mientras que otros organismos están constituidos por millones de ellas (como afirma la teoría celular que se desarrolló en el siglo XIX y XX).

En el cuerpo humano, por ejemplo, hay entre 75 y 100 billones de células, todas ellas con funciones específicas pero que se complementan entre sí.

Una célula es la unidad morfológica y funcional más pequeña de cualquier órgano viviente, ya sea un ser humano o una bacteria. Éstas siempre tiene su origen a partir de otra célula, es decir, que no aparecen por generación espontánea.

Las células son sistemas abiertos, por lo que siempre intercambian tanto energía como materia con el medio ambiente. Esto es lo que permite que puedan captar alimentos y oxígeno del exterior y eliminar aquellas sustancias que no son necesarias, como el sudor o las toxinas en forma de excremento.

Tamaño de las células

El tamaño de estas unidades se expresa en micrómetros o micras (µm). Para hacerse una idea, es la milésima parte de un milímetro (10-3 milímetros). Aunque generalmente las células se asocian a tamaños microscópicos, en realidad el tamaño de éstas puede variar.

Es posible encontrar bacterias de 1 y 2 micras de longitud, pero especialmente en el cuerpo humano, la variedad es importante. El tamaño de los glóbulos rojos es de 7 micras, las células del hígado de unas 20 micras y los oocitos 150 micras. Ahora bien, algunas células, aquellas que se forman en el tronco encefálico y viajan por toda la columna, pueden llegar a medir un metro.

En el reino animal, también es posible encontrar esta variabilidad. Un huevo de avestruz mide alrededor de 7 cm, y células que se extienden por el cuello de la jirafa, pueden llegar a medir hasta 10 metros.

Forma de las células

Igual que el tamaño de las células, la forma que presentan también puede ser muy variada. De hecho, hay algunas que no ofrecen una forma fija.

Las células pueden ser fusiformes, con forma de estrella, aplanadas, redondeadas, etc. Es posible encontrar células con una pared rígida y otras con una pared que les permite emitir pseudópodos para desplazarse y conseguir nutrientes. Del mismo modo, hay células que pese a no tener pseudópodos poseen cilios o flagelos que permiten su movimiento.

Las células pueden estar unidas formando tejidos o no. De hecho, hay organismos que son unicelulares, como es el caso de las bacterias o las algas.

Células procariotas y eucariotas: qué son

Existen distintos tipos de células. Si hacemos una clasificación más general, es necesario distinguir entre células procariotas y eucariotas. En este último grupo, podemos encontrar las células vegetales y animales.

Las células procariotas son organismos unicelulares que no tienen núcleo definido y en las que el ADN se encuentra disperso por el citoplasma. Son más primitivas y se cree que son el origen de las células eucariotas, más desarrolladas, y que poseen un núcleo bien definido que se encuentra delimitado por una doble capa lipídica. Contienen un citoplasma bien organizado.

Células procariota y eucariota
Un esquema básico sobre las células eucariotas y las procariotas. Fuente: Medium

Similitudes y diferencias entre células eucariotas y procariotas

Si bien existen diferencias entre las células eucariotas y procariotas, también tienen aspectos en común: ambas contienen material genético, una membrana celular que las recubre y ambas poseen estructuras químicas similares, compuestas de proteínas carbohidratos, grasas, minerales y vitaminas. Asimismo, ambas contienen ribosomas, que sintetizan proteínas.

Las células eucariotas y las procariotas se reproducen, aunque de distinta manera. Lógicamente, ambas necesitan energía para poder sobrevivir. Tanto en unas como en las otras es posible encontrar citoplasma y un citoesqueleto.

Ahora bien, a pesar de estas similitudes, los científicos han descubierto diferencias importantes. Las describimos a continuación.

1. Núcleo

Dentro del núcleo de las células eucariotas es posible encontrar almacenada la información genética. El núcleo de estas estructuras está bien definido, algo que no ocurre con las células procariotas.

2. Origen

Las células procariotas se originaron alrededor de 3700 millones de años, mientras que las células eucariotas hace 2000 millones de años.

3. Tamaño

El tamaño de ambas células puede variar; sin embargo, las procariotas son más pequeñas.

4. Organización celular

Si bien las células procariotas suelen ser unicelulares, las eucariotas multicelulares.

5. Material genético

El material genético en las células procariotas se encuentra disperso por el citoplasma. En cambio, el material genético en las células eucariotas está almacenado en el núcleo. En cuanto al ADN de las primeras, es circular. En el caso de las eucariotas, es lineal y se asocia a histonas.

Las células procariotas tienen un solo cromosoma, mientras que las procariotas presentan múltiples.

6. Membrana plasmática

La membrana plasmática de las células eucariotas está compuesta de esteroles. En las procariotas no hay esteroles (excepto en los micoplasmas).

Además, la membrana plasmática de las células procariotas se compone de peptidoglicano o mureína, mientras que las eucariotas están compuestas de fosfolípidos.

7. Orgánulos

Las células eucariotas contienen orgánulos como el aparato de Golgi, mitocondrias o lisosomas. No es el caso de las células procariotas.

8. Reproducción

Ambos tipos de células se reproducen, la reproducción en las células procariotas ocurre por fisión binaria de manera asexual.

Células animales y vegetales

Dentro de las células eucariotas, podemos encontrar las células de tipo animal y de tipo vegetal. Como en el caso anterior, existen similitudes y diferencias.

Ambas contienen un núcleo bien definido en el que se encuentra el ADN. Los procesos de reproducción son similares e incluyen mitosis y meiosis. Para conseguir energía necesitan la respiración. Ambas comparten algunos componentes celulares como los ribosomas, el retículo endoplasmático y el aparato de Golgi, entre otros.

En cuanto a las diferencias, las células vegetales no almacenan la energía en forma de glucógeno como es el caso de las células animales, sino que lo almacenan en forma de almidón. Las primeras acostumbran a tener una forma rectangular y suelen ser más grandes que las animales.

Las células vegetales son capaces de sintetizar todos los aminoácidos, a diferencia de las animales. En cuanto al tamaño, estas últimas suelen ser más pequeñas. Si nos referimos forma de las células vegetales, ésta acostumbra a ser rectangular.

Célula vegetal y animal
Una imagen vale más que mil palabras. He aquí la comparación entre una célula animal y una vegetal.

Funciones de las células

Las células pueden realizar una serie de funciones que permiten y garantizan su subsistencia.

  • Metabolismo: Es el proceso por el cual las células obtienen energía, ya sea por anabolismo o síntesis de nuevos materiales, o bien por catabolismo; es decir, por la destrucción de materiales previamente usados.
  • Excitabilidad: Hace referencia a cómo las células son capaces de responder a los cambios que se producen en su medio ambiente
  • Crecimiento: Es el proceso mediante el cual la célula forma material para aumentar su tamaño.
  • Captación: Mediante la captación, aprovecha los materiales del entorno que la rodea.
  • Eliminación: Expulsión de toxinas o desechos.
  • Reproducción: Formación de nuevas células que sustituyen a las envejecidas.

En resumen, las células realizan tres funciones básicas:

  • Nutrición: Es la introducción y transformación de los alimentos (células heterótrofas) y la asimilación de las sustancias necesarias para formar su propia materia orgánica (células autótrofas).

  • Relación: La acción de recoger la información del medio para responder a los estímulos captados.

  • Reproducción: Formación de nuevas células. En el caso de las eucariotas y en concreto en los humanos, la reproducción es por Meiosis (se produce en los órganos sexuales con el objetivo de la continuidad de la especie) o Mitosis (se produce en cualquier parte del cuerpo para la formación de nuevos tejidos, órganos y permite el crecimiento del individuo).

Las células se agrupan según su especialización para la creación de tejidos. Éstos crean órganos, y la unión de órganos forma sistemas. Por ejemplo, las células musculares se unen para formar tejidos musculares. Éstos se unen para formar el músculo que, a su vez, forma el sistema muscular tras la unión de varios de ellos.

Referencias bibliográficas

  • Buican, Denis (1995). Historia de la biología, Madrid, Acento Editorial.
  • Otto, James H. y Towle, Albert. (1992). Biología moderna. [11.ª ed.]. McGraw Hill/ Interamericana de México. México D.F., México.
  • VV. AA. (2004). Biología general [4.ª ed.]. Ediciones Universidad de Navarra. Barañáin, España.
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