Internet, a día de hoy, se ha convertido en una realidad alternativa que complementa al plano físico. De los 7.760 millones de personas que somos en la Tierra, unas 4.540 millones navegamos en la web de forma activa, es decir, el 56 % de la población mundial.
Más allá de estas cifras de vértigo, es necesario reseñar el hecho de que el 80% del uso global de internet se encuentra dirigido a dispositivos móviles. El teléfono se ha convertido en una extensión más de nuestro propio cuerpo, un lugar donde compartimos ideas, nos entretenemos, conocemos a gente y expandimos nuestro conocimiento.
Desde luego, los niños no están fuera de esta burbuja tecnológica: todo lo contrario. Tal y como te mostraremos posteriormente, el círculo vital de los infantes se encuentra, en gran parte, reflejado en una pantalla. Hoy te presentamos 4 actividades para niños que se alejan de los dispositivos tecnológicos, pues al menos por ahora, las máquinas no cubren todas las necesidades afectivas del ser humano.
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El uso de la tecnología en niños
Para iniciar esta serie de actividades libres de luces y botones, vamos a contextualizar un poco su necesidad en la educación de los infantes. Te mostramos ciertos datos recogidos en diversos estudios:
- Se estima que los niños entre 8 y 9 años pasan una media de 239 minutos al día delante de una pantalla.
- Los casi adolescentes entre 12 y 13 años elevan esta cifra a 420 minutos diarios, es decir, 7 horas.
- Estudios muestran que el uso de internet en infantes entre 0 y 8 años está al alza, aunque estos no conocen las particularidades de la red y sus riesgos.
Con estos datos dejamos bastante claro que los niños son un espejo de los padres: de tal palo tal astilla, y desde luego, nuestras costumbres se reflejan en las de los más pequeños de la casa. Más allá de desarrollar problemas de visión por fatiga ocular (hecho científicamente probado), no nos atrevemos a constatar mucho más acerca del uso de pantallas en la sociedad. Eso sí, estudios científicos han demostrado que los infantes (con grupos de hasta 2.400 niños) de entre dos o tres años que consumen entretenimiento de tipo móvil y computacional, presentan ciertas capacidades de desarrollo mermadas entre los tres y cinco años de edad.
¿Esto quiere decir que “internet te hace tonto”? Ni mucho menos. Desde aquí abogamos por la integración de las tecnologías en los medios modernos y en la educación, pues creemos que las generaciones que están por venir serán mucho más conocedoras de información por las herramientas que tienen disponibles. Aun así, los resultados de estas investigaciones dan que pensar, pues los primeros años de vida de un niño son muy delicados y no sabemos (del todo) cómo pueden afectar las tecnologías en su desarrollo.
4 actividades para niños lejos de las pantallas
Una vez hemos contextualizado los beneficios y posibles perjuicios del mundo de internet en los más pequeños de la casa, es hora de presentarte 4 actividades que puedes realizar con ellos en estos tiempos convulsos sin necesidad de acudir a un aparato electrónico. Como verás a continuación, la clave no está en sustituir, sino en complementar. Vamos a ello.
1. Descubrir la naturaleza
En un mundo donde más de 32.000 especies animales se encuentran en peligro, educar a los niños en valores ecológicos y de respeto al medio ambiente no es solo un entretenimiento, sino una necesidad. Como hemos dicho previamente, la clave en las actividades sin pantalla radican en ofrecer una actividad que no pueda ser realizada en un ámbito informático, ¿y qué mejor experiencia irremplazable que conocer la vida misma?
Un acto tan simple como coger un trozo de tierra húmeda y mirarlo al microscopio puede ser tan fascinante para un niño como el videojuego más intenso. Desde tardígrados hasta pequeños gusanos, la vida se desenvuelve bajo nuestros ojos sin que nos demos cuenta. ¿Y si el niño quiere salir de casa? Pues coger unos prismáticos, hacerse con una guía de aves y organizar una escapada al monte más cercano puede ser un plan para el día entero.
Comprender lo que hay “más allá de la urbe” es esencial para el desarrollo individual, pues nos permite a los seres humanos contextualizar nuestra existencia y darnos cuenta de que, por muchos que seamos, seguimos sin ser el centro del universo.
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2. Realización de manualidades
Estamos ante otro proceso irremplazable, pues crear un objeto físico y tridimensional no se puede hacer a partir de una máquina a día de hoy desde casa (pues dudamos que el niño tenga a su disposición una impresora 3D). Estas actividades se pueden ajustar según la edad y preferencias del niño en cuestión, pero cuidado: los tiempos de atención en infantes varían mucho según los años.
No se puede pretender que un niño de 5 años pinte un cuadro, pues se calcula que el tiempo de concentración de este grupo etario para una sola tarea es de 25 minutos. Por otro lado, un niño de 12 años puede concentrarse hasta 55 minutos seguidos en una sola acción. Existen ejemplos incontables de manualidades tanto en línea como en libros, pero pocos medios inciden en la importancia del intervalo temporal de cada uno de ellos.
Como ya hemos recalcado en las líneas anteriores, la clave está más en el tiempo que se tarda en realizar la manualidad que en el resultado en sí. Un niño de 8 años puede focalizar su atención perfectamente durante media hora con cualquier fin, razón por la cual ajustar el proceso de creación a ese intervalo es esencial: así, se permite la autorrealización sin frustración.
Velas, origami, figuras de plastilina, construcciones de lego, coser, figuras de fimo, dibujos… El límite de estas actividades está en la imaginación del progenitor.
3. Leer
Sí, el gran conflicto. Como personas jóvenes, resulta bastante sorprendente conocer cómo algunos integrantes de las generaciones más adultas suelen utilizar la lectura como un castigo o una reprimenda. Según datos de la UNESCO, 617 millones de niños en el mundo no alcanzan el nivel mínimo de desarrollo de capacidad lectora e inteligencia matemática, a pesar de estar dos tercios de ellos escolarizados. Desde luego, la lectura está pasando a un segundo plano en la era de la información, irónico pero cierto.
La clave se encuentra en integrar los gustos del infante en el material de lectura y no blandir un libro como si de una amenaza se tratara. Existen miles de ejemplos ajustados a la edad del infante: desde trucos en el Fortnite hasta biografías e historias de sus youtubers favoritos, a día de hoy tenemos disponibles libros ampliamente conectados con la cultura de internet de la que se rodean los niños. Recordemos: no podemos pretender que el niño disfrute lo mismo que nosotros a su edad, pues la sociedad cambia, y con ella, las personas también. Tienen que leer algo que les guste. Pero tienen que leer.
4. Actividades que fomentan el vínculo emocional
Estamos ante un tipo de actividad esencial para el desarrollo del vínculo emocional entre padres e hijos, pues al igual que leer es un proceso esencialmente autónomo, otros muchos implican la participación directa de los progenitores.
Desde gymkanas caseras (colocar una serie de obstáculos en la casa y sortearlos) hasta juegos de mesa, teatros de sombras, actuaciones, interpretación de música y otros muchos actos, las actividades que fomentan el vínculo emocional se caracterizan porque ambos componentes (tanto padres como hijos) deben implicarse e interconectar sus capacidades para un resultado satisfactorio.
Desde luego, este tipo de actividades requieren de mucho trabajo por parte de los padres: idear, construir, planificar y convencer al niño de que participe pueden ser tareas agotadoras. Aun así, son necesarias, pues diversos estudios han vinculado la negligencia y ausencia parental con una mayor probabilidad de sufrir desajustes emocionales como la depresión en un futuro. Las primeras experiencias del infante moldean su futuro, y como padres, estar presentes en ellas no es solo un deleite, sino una obligación.
Resumen
Tal y como hemos prometido al principio, os hemos presentado 4 actividades para niños entretenidas y sin pantallas que no pueden ser sustituidas por un análogo tecnológico. Muchos portales proponen como entretenimiento juegos de mesa o actividades que desarrollan la destreza con formas y papeles, pero teniendo el niño una Nintendo DS con juegos de rompecabezas o un juego de ordenador que le permita fomentar su destreza, es posible que los prefiera antes que una solución tan rudimentaria.
Por otro lado, descubrir la vida más allá de la ciudad, fabricar un objeto tridimensional que se puede tocar, la lectura en papel y la vinculación emocional son actividades que ningún programa informático puede simular. Además, hemos hecho especial hincapié en un parámetro esencial: la edad. Un niño de 2 a 3 años de edad presenta 6 veces menos capacidad de concentración que uno de 12, y por esta razón, las actividades a realizar deberán de ser moduladas en base a los límites neuronales y emocionales del infante.
Referencias bibliográficas
- Cuánto tiempo puede prestar atención un niño, planlea.com. Recogido a 21 de octubre en https://planlea.listindiario.com/2017/08/cuanto-tiempo-puede-prestar-atencion-nino/
- Más de la Mitad de los Niños y Adolescentes en el Mundo No Está Aprendiendo, instituto de estadística de la UNESCO. Recogido a 21 de octubre en http://uis.unesco.org/sites/default/files/documents/fs46-more-than-half-children-not-learning-2017-sp.pdf
- Número medio de minutos dedicados diariamente por la población infantil a estar delante de una pantalla en España en 2018, por género y grupo de edad, statista. Recogido a 21 de octubre en https://es.statista.com/estadisticas/1058939/tiempo-medio-diario-de-exposicion-de-los-ninos-por-genero-y-edad-espana/
- Pardo, G., Sandoval, A., & Umbarila, D. (2004). Adolescencia y depresión. Revista colombiana de psicología, (13), 17-32.
- Uso de las tecnologías por niños de hasta 8 años, ministerio de educación, cultura y deporte de España. Recogido a 21 de octubre en https://intef.es/wp-content/uploads/2016/03/2016_0220-Informe_TIC_ninos_8years-INTEF.pdf
