Cómo bajar la fiebre rápidamente: 12 consejos para aliviar los síntomas

Si te preocupa tu temperatura corporal, te explicamos cómo controlarla.

Cómo bajar la fiebre

La fiebre puede ser preocupante, debido al malestar que llega a generar y las consecuencias que acarrea mantener una fiebre muy alta.

Si nuestra temperatura supera los 38.2 grados centígrados (Cº), se considera que estamos pasando un episodio de fiebre.

En este artículo te hablaremos de las causas de la fiebre y te daremos consejos para que puedas bajarla lo antes posible.

¿Qué es la fiebre?

La temperatura corporal normal de un ser humano adulto sano se marca en los 37.5ºC de media, pero esta puede variar hasta los 36.5ºC y considerarse una temperatura normal. El aumento de la temperatura por encima de los 38.2ºC nos indica que ha empezado en nuestro organismo un proceso de fiebre.

La fiebre se produce cuando nuestro hipotálamo, que se encarga también de regular la temperatura corporal, detecta agentes pirógenos. Estos agentes pirógenos pueden ser de origen endógeno (como aquellos generados por nuestro propio sistema inmune) o de origen externo, como por ejemplo algunos componentes de la pared bacteriana de ciertos microbios.

En contacto con estos agentes pirógenos, el hipotálamo ordena aumentar la temperatura corporal activamente, por ejemplo generando calor a través del tejido adiposo marrón, y pasivamente, evitando la pérdida de calor mediante la vasoconstricción de nuestro sistema circulatorio.

La fiebre es principalmente un mecanismo de defensa, ya que las altas temperaturas facilitan la actuación de nuestro sistema inmunitario (hasta cierto punto), además de hacer de nuestro cuerpo un lugar más difícil de colonizar para las organismos patógenos, que generalmente prefieren que nuestra temperatura se mantenga en los niveles normales.

Dejar que una fiebre suba por encima de los 40 grados tiene consecuencias que varían según la edad y el estado de salud de los afectados, pero una vez subimos de los 42ºC los efectos sobre nuestro organismo llegan a ser potencialmente letales.

8 consejos para bajar la fiebre

Las fiebres moderadas, cuya duración no haya superado los 4-7 días, se pueden controlar desde casa. Dependiendo de los síntomas acompañantes, así como la duración e intensidad de la fiebre, lo mejor que podemos hacer es acudir a los servicios sanitarios para que nos receten el tratamiento adecuado.

A continuación te explicamos consejos que puedes seguir para bajar la fiebre moderada desde la comodidad de tu hogar.

1. Controlar la temperatura

Este es el primer paso a tomar si detectamos tener fiebre. El control de la temperatura corporal mediante el uso de termómetros, como los digitales o de mercurio, nos permite saber la gravedad de nuestra fiebre. Si presentamos temperaturas superiores a los 39.4ºC, nos deberíamos plantear seriamente buscar atención médica.

Además, en caso de que la fiebre escale de manera paulatina, sabremos explicarle al médico la evolución de nuestros síntomas con mayor claridad, cosa que puede ser de ayuda para el diagnóstico.

2. Hidratación

La fiebre nos provoca deshidratación, así que mantener nuestro cuerpo suficientemente hidratado es fundamental para el alivio de los síntomas. Podemos consumir líquidos como agua, caldos o infusiones para mantenernos hidratados y mejorar nuestro estado físico, disminuyendo el malestar que causa la fiebre.

3. No forzarnos a comer

La alimentación es importante y no debe descuidarse por estar enfermos. Aun así, cuando nos encontramos febriles a veces las náuseas y la inapetencia hacen que lo que menos nos apetezca sea comer algo, a pesar de que debamos. En estos casos, tomar caldos puede ser nuestra mejor opción para nutrirnos a la vez que nos hidratamos.

Se ha visto que en ciertas ocasiones el ayuno nos puede ayudar a que la fiebre baje más rápidamente o que nuestro organismo se defienda de forma más efectiva, acelerando nuestra respuesta inmunitaria. Nuestro cuerpo nos puede indicar que esta es una de esas situaciones inhibiendo nuestro apetito temporalmente.

4. Usar compresas frías

El uso de paños o toallas húmedos con agua fresca no bajará nuestra fiebre directamente, pero el alivio que proporcionan puede disminuir nuestro estrés y malestar. Mientras más cómodos nos sintamos, más rápidamente pasarán los síntomas de la fiebre, o como mínimo sufriremos menos mientras estos duren.

5. Dormir

Dormir hace que nuestro cuerpo pueda derivar más recursos energéticos a las funciones de defensa y regulación de nuestro organismo. Si nuestro sistema inmune funciona de manera óptima y la infección está causada por organismos patógenos, dormir puede ser un gran aliado en la lucha contra los invasores que intentan colonizar nuestro cuerpo.

6. Tomar medicación antipirética

Reducir nuestra fiebre no es siempre la mejor opción. Como hemos comentado, la fiebre es un mecanismo natural de nuestro cuerpo para facilitar nuestra respuesta inmune. Utilizar medicación antipirética como el ibuprofeno, las aspirinas o el paracetamol bajará nuestra fiebre y nos traerá alivio, aunque existen expertos que aseguran que bajar la fiebre de esta forma puede alargar la duración del proceso febril.

Es importante tomar esta medicación en su dosis recomendada y evitar dársela a niños en edades tempranas. Habla con tu médico o tu farmacéutico si tienes dudas acerca del uso de medicación, además de leer atentamente el prospecto para determinar los riesgos que conlleva tomarla.

7. Tomar baños tibios

Los baños fríos, con hielo o agua helada pueden ser detrimentales para nuestra salud cuando nos encontramos enfermos. Un baño tibio, en cambio, puede aliviar nuestra temperatura corporal y los dolores que causa la fiebre, a la vez que nos relaja.

8. Llevar ropa ligera y transpirable

Nuestro cuerpo reduce su temperatura corporal mediante la sudoración. Aunque suframos de escalofríos, los expertos aconsejan no cubrirse demasiado para evitar una subida demasiado rápida de la temperatura. Esto ayudará a que nuestra temperatura corporal se encuentre mejor regulada y la fiebre no llegue a temperaturas tan elevadas.

Cuándo acudir al médico

Si la fiebre es nuestro único síntoma y su duración no excede los 4 días, ni nuestra temperatura se acerca demasiado a los 40ºC, puede ser increíblemente desagradable pero no tener consecuencias a largo plazo para nuestra salud. Aun así, existen ciertos casos en los que deberíamos acudir al médico lo antes posible:

  • Fiebres superiores a los 39.4ºC
  • Convulsiones
  • Alucinaciones
  • Sarpullidos
  • Dolores muy intensos
  • Dificultad respiratoria
  • Rigidez del cuello

En recién nacidos con edades inferiores a 3 meses, cualquier fiebre superior a los 38ºC amerita consejo y/o atención médica. Para el resto, a no ser que nuestro médico nos haya indicado lo contrario, las temperaturas inferiores a los 38.9ºC que no presenten síntomas acompañantes como los listados anteriormente no son motivo de alarma, especialmente si su duración es corta o responden bien a la medicación antipirética.

Referencias bibliográficas

  • Walter, E. J., Hanna-Jumma, S., Carraretto, M., & Forni, L. (2016). The pathophysiological basis and consequences of fever. Critical care (London, England), 20(1), 200.
  • Walter, E. J., & Carraretto, M. (2016). The neurological and cognitive consequences of hyperthermia. Critical care (London, England), 20(1), 199
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