Los 7 tipos de demencia más comunes (causas y síntomas)

Una de las afectaciones neurológicas más prevalentes. Conocemos sus características.

Tipos de demencia

Con una esperanza de vida cada vez más larga, los problemas relacionados con el envejecimiento son cada vez más prevalentes. Pero el envejecimiento en sí mismo no es una enfermedad, y no hay que confundir un proceso de envejecimiento normativo con la aparición de una demencia.

En el presente artículo vamos hablar de las demencias más usuales, las cuales sí que aparecen en personas mayores.

Envejecer no es tener una enfermedad

Hay que ser consciente de grandes diferencias entre un proceso de envejecimiento normativo y una enfermedad como una demencia. Muchos no reconocen su aparición y atribuyen cambios de la persona al envejecimiento, cuando en realidad se está expresando una enfermedad.

Por lo tanto, el debilitamiento normal de algunas funciones mentales es algo que no debe encender alarmas. El miedo a padecer demencia está creciendo entre la población de ancianos. La verdad es que no hay que sobreestimar el problema en cualquier caso, pues el bienestar de la persona es mucho más que eso.

Los principales tipos de demencia

Como existe una gran confusión sobre qué problemas de salud hay de esta índole, que incluyen trastornos intelectuales y del comportamiento.

A continuación vamos a presentar las principales demencias que pueden llegar a desarrollarse en las personas mayores.

1. Alzheimer

El Alzheimer es la causa más común de demencia en el mundo y representa alrededor del 60% de los casos. Es una enfermedad cerebral degenerativa progresiva, por lo que se pierde densidad en algunas áreas del cerebro. De este modo llega un punto en el que van apareciendo dificultades en el funcionamiento normal de la persona.

Exactamente aún se desconocen las causas que originan la enfermedad de Alzheimer. Lo que sí se conoce bien es que se desarrollan problemas en unas proteínas llamadas beta-amiloides y tau, las cuales se acumulan formando ovillos. Estas proteínas son producto de procesos metabólicos defectuosos y acaban provocando la muerte de células cerebrales. La enfermedad se manifiesta de manera diferente de persona a persona. Los síntomas iniciales pueden incluir dificultades para aprender, comunicarse, pensar, identificar objetos, recordar palabras o conceptos, encontrar objetos de uso cotidiano o completar tareas habituales.

La persona que sufre Alzheimer también puede parecer confusa y tener un comportamiento extraño o inusual, llegando a presentar notables cambios de humor. Puede tener dificultades para afrontar situaciones cotidianas, como aquellas relacionadas con la higiene o la relación con personas cercanas.

2. Demencia vascular

La demencia vascular, también llamada demencia multiinfarto, viene causada por problemas graves en el sistema cerebrovascular. Puede ser a causa de un solo accidente o diferentes episodios, pero que acontece para que se produzca una demencia vascular es que la circulación de la sangre afecte al suministro cerebral.

El término “demencia vascular” representa a un variado grupo de afecciones que dañan los vasos sanguíneos y que no se pueda abastecer a ciertas neuronas, que en períodos muy cortos sin sangre mueren.

Es la segunda demencia en prevalencia en la población, y su aparición produce diferentes déficits cognitivos. Entre ellos destaca el deterioro de la memoria y la capacidad de aprender, la alteración del lenguaje (afasia), el reconocimiento de cosas (agnosia), el deterioro moto (apraxia) y la capacidad de planificación, organización y abstracción.

3. Cuerpos de Lewy

Después del alzheimer y la demencia vascular, los cuerpos de Lewy suponen la tercera causa de demencia en la población de la tercera edad. Los denominados cuerpos de Lewy son unas aumulaciones anormales de una proteína que quedan repartidas por todo el cerebro.

Esto genera problemas para la actividad normal de algunos neurotransmisores, por lo que algunas funciones cerebrales quedan alteradas. El pensamiento, la percepción y la conducta de las personas afectadas queda alterada por esta condición.

El estado de atención y alerta sufre alteraciones cognitivas que se manifiestan de un modo más o menos fluctuante, siendo el deterioro cognitivo lento pero progresivo.

4. Demencia Frontotemporal

La demencia frontotemporal es la cuarta forma más común de demencia, después de la conocida enfermedad de Alzheimer, la demencia vascular y la demencia por cuerpos de Lewy.

Esta enfermedad surge debido al deterioro progresivo de las neuronas localizadas en los lóbulos frontal y temporal del cerebro. Estas áreas del cerebro controlan el lenguaje, el comportamiento, una parte del movimiento y la capacidad de pensar, por lo que estas habilidades se ven afectadas.

El mecanismo que induce el inicio de la demencia frontotemporal se ha aclarado solo en parte. Como en otras demencias, la investigación constata que hay una acumulación de proteínas en el cerebro. Aún así, el deterioro progresivo de las neuronas de los lóbulos frontal y temporal es posterior a la formación de estos agregados.

Entre las proteínas que componen los agregados, la más representativa y famosa es la que se llama tau. Esta aparece en otras enfermedades como el alzheimer. Cuando las proteínas tau forman los agregados, unos microtúbulos neuronales dejan de funcionar correctamente y la célula afectada acaba muriendo.

5. Parkinson

El Parkinson es también una enfermedad neurológica muy común en personas de tercera edad. Si bien hay algunos casos en los que la enfermedad empieza siendo joven, la edad promedio de inicio es de aproximadamente 57 años.

En esta demencia se produce una degeneración de neuronas que están localizadas en las estructuras subcorticales del tronco encefálico. Estas neuronas producen un neurotransmisor llamado dopamina, que sistema nervioso usa para enviar mensajes a los músculos. Sin las neuronas que generan la dopamina nuestro cerebro tiene déficit de este neurotransmisor y el control de la actividad muscular se ve perjudicado.

Normalmente la expresión de la enfermedad consiste en temblores en las manos, los brazos y las piernas, que se van viendo más afectados en el transcurso del tiempo.

Por otro lado, hay pacientes que más bien acusan rigidez muscular. En estos pacientes los movimientos se ralentizan, disminuyen, o son difíciles de iniciar.

Estos fenómenos pueden causar dolor muscular y una sensación de fatiga, afectando también a la expresión del rostro.

6. Huntington

La enfermedad de Huntington (HD) es una enfermedad hereditaria, pero los síntomas generalmente no aparecen hasta la edad madura. Se caracteriza por un declive intelectual y movimientos irregulares e involuntarios.

Los primeros síntomas empiezan con movimientos incontrolables, torpeza y problemas de equilibrio. Más tarde puede afectar a la capacidad de caminar, hablar y tragar.

Algunas personas dejan de reconocer a los miembros de la familia. Otros son conscientes de su entorno y pueden expresar emociones.

Quien tenga a un padre o una madre con esta enfermedad la contraerá en un 50% de las posibilidades. Un análisis de sangre puede indicar si se tiene el gen HD y, por lo tanto, se desarrollará la enfermedad. La asesoría genética puede ayudarlo a sopesar los riesgos y beneficios de tomar la prueba.

Desafortunadamente no hay cura, pero los medicamentos pueden ayudar a controlar algunos de los síntomas, ralentizando o incluso deteniendo el avance de la enfermedad.

7. Enfermedad de Pick

En la enfermedad de Pick o demencia fronto-temporal hay unas sustancias anómalas que aparecen en el cuerpo de algunas células cerebrales. En una enfermedad parecida al alzheimer, si bien la zona del cerebro que afecta es más específica.

En general estamos hablando de una enfermedad muy progresiva de las neuronas del cerebro, sobre todo las localizadas en la zona frontal y temporal. Además, los ventrículos se ven dilatados y el córtex cerebral también queda muy afectado. Esta patología no afecta al estado de conciencia de las personas que la sufren, pero sí lo hace sobre las habilidades cognitivas y sociales de los pacientes.

Es habitual que se produzcan afectaciones en la zona del habla, así como alteraciones emocionales y del comportamiento,

Referencias bibliográficas

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