Los 7 tipos de ansiedad (causas y síntomas)

Este trastorno psicológico puede presentarse en cualquier etapa de la vida.

Tipos de ansiedad

Sentir cierta ansiedad cuando vas a empezar un trabajo nuevo o cuando vas a realizar un examen importante es natural y forma parte de nuestra biología.

Sin embargo, cuando la ansiedad se vuelve patológica e incapacitante tenemos un problema. Los trastornos de ansiedad como las fobias, el pánico o el estrés postraumático provocan un intenso malestar en las personas que los sufren, y es importante conocer en qué consisten.

En este artículo te hablamos de los 7 tipos de ansiedad más comunes, sus causas y síntomas.

¿Qué es la ansiedad?

La ansiedad es un mecanismo fisiológico que nuestro organismo utiliza para enfrentarse a situaciones muy demandantes o que supongan una amenaza real para nuestra supervivencia. Sin embargo, hoy en día son muchas las personas que experimentan una ansiedad patológica que les impide llevar una vida funcional y satisfactoria.

Diversas enfermedades pueden producir cuadros de ansiedad que incluyen síntomas como las palpitaciones, la sudoración, la sensación de ahogo y el miedo o el pánico a las sensaciones corporales. Pero también los problemas laborales, económicos o familiares, y las situaciones estresantes pueden ser factores que desempeñan un papel esencial en la aparición de la ansiedad.

Existe un riesgo a destacar y es que un cuadro de ansiedad se cronifique y pueda derivar en una fobia o en un trastorno de ansiedad generalizada. Por eso es importante acudir a un profesional sanitario para que pueda realizar un correcto diagnóstico y valorar la gravedad del problema y, en su caso, llevar a cabo una intervención terapéutica.

Los 7 tipos de ansiedad: causas y síntomas frecuentes

Los trastornos de ansiedad son una de las afecciones más prevalentes en nuestra sociedad, lo que constituye un grave problema sanitario por las repercusiones que esto tiene a nivel económico y laboral.

Los 7 tipos de ansiedad más comunes son: las fobias específicas, el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de pánico, la fobia social, la agorafobia, el trastorno obsesivo compulsivo y el estrés postraumático.

1. Fobias específicas

Una fobia es un miedo abrumador a un objeto, lugar, situación, sentimiento o animal.

Las fobias son más fuertes y más incapacitantes que los miedos y se desarrollan cuando una persona experimenta una sensación de peligro acerca de una situación u objeto que no presenta realmente una amenaza.

Las personas que sufren una fobia puede organizar su rutina diaria para evitar lo que les causa ansiedad. Los ejemplos más comunes de fobia incluyen: fobia a los animales (arañas, serpientes o roedores); fobias ambientales (las alturas o los gérmenes); fobias situacionales (como ir al dentista); fobias corporales (a la sangre o a estar enfermo); y fobias sexuales (ansiedad por el rendimiento).

2. Trastorno de ansiedad generalizada

El trastorno de ansiedad generalizada (TAG) es el tipo más común de trastorno de ansiedad. El síntoma principal de esta afección es preocuparse por diferentes actividades y eventos, y esto puede hacer que la persona sienta que pierde el control. Las personas con TAG se sienten ansiosas la mayor parte del tiempo, y se mantienen alerta a su entorno.

Las causas del TAG pueden ser múltiples: se habla de la posibilidad de que pueda existir cierta predisposición hereditaria, y también se ha sugerido que la personalidad y las distintas formas de percibir las amenazas podrían tener algo que ver en la aparición de este trastorno.

El TAG puede afectar a la vida cotidiana de forma significativa. Por ejemplo, afectando a la capacidad para trabajar, viajar a lugares o salir de la casa. También puede provocar cansancio fácilmente o generar problemas para dormir o concentrarse. Es posible además que la persona padezca síntomas físicos, como tensión muscular y sudoración.

3. Trastorno de pánico

El trastorno de pánico produce ataques de pánico regulares con un desencadenante no particular. Pueden ocurrir repentinamente, y la persona puede percibir sensaciones intensas y atemorizantes. El hecho de preocuparse por la posible ocurrencia de otro ataque de pánico puede servir igualmente como desencadenante.

Aunque se desconoce la causa de este trastorno, se ha sugerido que la genética y los altos niveles de estrés podrían ser los principales factores de riesgo. Los síntomas más habituales incluyen: sensación de miedo intenso, dolor en el pecho, creer que se puede sufrir un infarto, sudoración y sofocos, boca seca y sensación de asfixia, náuseas y mareos, dolor de estómago y, en ocasiones, zumbidos en los oídos y sensación de hormigueo en las extremidades.

4. Fobia social

La fobia social es un trastorno de ansiedad caracterizado por un miedo irracional a las situaciones que implican interacción social.

Algunas de las situaciones más comunes en las que las personas con fobia social pueden experimentar ansiedad son: hablar en público, conocer gente nueva o hablar con extraños, o comer o beber en público. Estas personas tienen miedo a las críticas, a la humillación y a ser juzgados.

La mayoría de los trastornos de ansiedad, como en el caso de la fobia social, suelen tener un componente hereditario. No obstante, también se ha sugerido que la fobia social podría ser únicamente una conducta adquirida y la consecuencia de patrones inadecuados de interacción social

5. Agorafobia

La agorafobia es el miedo intenso a estar en situaciones donde escapar podría ser difícil, o situaciones donde la ayuda no estaría disponible si las cosas salen mal.

Existen distintos grados de agorafobia: desde personas que no son capaces de salir de casa por la fuerte sensación de ansiedad que experimenta, hasta individuos que sí pueden enfrentarse a situaciones que generan ansiedad y otras personas que solo lo hacen acompañadas.

Otro tipo de situaciones como estar en espacios públicos, usar el transporte público o estar presente en eventos abarrotados de gente (como conciertos de música o campos de fútbol) pueden también desencadenar sensaciones intensas de ansiedad en las personas que padecen agorafobia.

Las causas de este trastorno no están claras, si bien es cierto que determinadas características personales como la dependencia, la baja autoconfianza, el retraimiento social, la predisposición a altos niveles de ansiedad o la aplicación de estrategias ineficaces en el afrontamiento del estrés pueden ser factores que predisponen a este trastorno.

Asimismo, las situaciones que provocan gran estrés pueden ser desencadenantes de este y otros trastornos de ansiedad.

6. Trastorno obsesivo compulsivo

Las personas con este trastorno padecen obsesiones, compulsiones o ambas. Una obsesión es un pensamiento o una imagen desagradable en la que sigues pensando y que está en gran medida fuera de tu control, por ello suelen ser difíciles de ignorar. Estos pensamientos pueden ser perturbadores, lo que genera angustia y ansiedad en la persona que los padece.

Por su parte, la compulsión es algo en lo que se piensa o lo que se hace repetidamente para aliviar la ansiedad, y puede estar oculta o ser obvia; por ejemplo, repetir mentalmente determinadas frases (pensamientos intrusivos) o abrir y cerrar la puerta de casa varias veces (compulsión de comprobación).

Las causas del trastorno obsesivo compulsivo no están claras. Se han sugerido factores biológicos y cerebrales (disfunción frontal y reducción de los niveles de serotonina), y también factores genéticos.

7. Estrés postraumático

El trastorno por estrés postraumático ocurre cuando la persona ha experimentado una situación traumática que ha desencadenado un gran estrés psicológico que le incapacita para llevar una vida funcional. Cuando la persona revive el suceso traumático puede experimentar los siguientes síntomas: trastornos del sueño, irritabilidad, sentimientos de culpa o vergüenza o conductas autodestructivas.

Las causas que pueden desencadenar estrés postraumático incluyen: sucesos estresantes y traumáticos (abusos en la infancia, muerte de un ser querido, etc.), antecedentes hereditarios de ansiedad y depresión, aspectos temperamentales que predisponen a la ansiedad y factores biológicos y cerebrales.

Referencias bibliográficas

  • Clark, L. A., Watson, D., & Mineka, S. (1994). Temperament, personality, and the mood and anxiety disorders. Journal of abnormal psychology, 103(1), 103.

  • Kroenke, K., Spitzer, R. L., Williams, J. B., Monahan, P. O., & Löwe, B. (2007). Anxiety disorders in primary care: prevalence, impairment, comorbidity, and detection. Annals of internal medicine, 146(5), 317-325.

  • Reyes-Ticas, J. A. (2010). Trastornos de ansiedad: Guía práctica para diagnóstico y tratamiento. Biblioteca virtual en salud.

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