Las 5 diferencias entre gastritis y gastroenteritis

La gastritis afecta al estómago y la gastroenteritis se extiende a los intestinos. Por ello, la sintomatología y el tratamiento de ambas entidades es muy distinto.

Diferencias gastritis gastroenteritis

El aparato digestivo es esencial para la supervivencia de los seres vivos complejos, ya que sin él, obtener energía para realizar las labores metabólicas de la célula sería imposible. Los humanos (y todas las especies del mundo) somos sistemas abiertos y, como tales, debemos recoger materia orgánica del medio para transformarla en el fuel que nos permite pensar, movernos, actuar, reproducirnos y, en última instancia, morir.

En los países de alto ingreso, los desajustes intestinales suelen verse como algo anecdótico, ya que los habitantes tienen libre acceso al agua, nutrientes, tratamientos para el equilibrio electrolítico y antibióticos cuando se requiera. De todas formas, la realidad en otras regiones es muy diferente: más de 1.700 millones de niños contraen enfermedades diarreicas cada año y, de todos ellos, unos 525.000 terminan muriendo, lo que convierte a estas condiciones en la segunda causa de defunción en menores de 5 años.

Estos datos reflejan que los procesos patológicos que suceden en nuestro intestino no son algo anecdótico, mucho menos en las regiones de bajo ingreso donde los tratamientos adecuados y la infraestructura sanitaria brillan por su ausencia. Debido a la importancia tanto médica como social que reportan estos cuadros, hoy vemos de interés contarte las diferencias entre gastritis y gastroenteritis. No te lo pierdas.

¿Cuáles son las diferencias entre gastritis y gastroenteritis?

Existe una confusión muy clara en lo que a ambos términos se refiere, pues se suele decir que las gastritis no son infecciosas mientras que las gastroenteritis sí, que una es crónica y otra aguda y otras muchas cosas más. En realidad, como veremos a continuación, la diferencia basal se encuentra en la extensión de la patología.

1. La gastritis afecta al estómago; la gastroenteritis, al estómago e intestino delgado

Esta diferencia es la clave entre ambos términos: la gastritis se circunscribe al estómago, mientras que la gastroenteritis también se expande a alguna sección o todo el intestino delgado del paciente (duodeno, yeyuno e íleon). Así pues, la gastritis se define como la inflamación aguda o crónica de la mucosa gástrica, mientras que en la gastroenteritis se ve afectado el tracto gastrointestinal en general.

Por otro lado, algunos documentos médicos publicados en el portal National library of medicine extienden la definición de la gastroenteritis aún más allá, pues también consideran como parte de su cuadro clínico la posible inflamación del intestino grueso. Lo que nos queda claro es que la gastritis se limita al estómago, mientras que el proceso inflamatorio de la gastroenteritis puede ir más hacia el recto, pasando por los intestinos delgado y grueso.

De todas formas, cabe destacar que la gastroenteritis no puede ir “hacia arriba”. Cuando se inflama el revestimiento del esófago, el cuadro clínico adquiere el nombre de “esofagitis”, una entidad separada de las nombradas con anterioridad. La mayoría de los cuadros de esofagitis son causados por la enfermedad del reflujo gastroesofágico (ERGE).

Gastritis

2. La gastritis y la gastroenteritis tienen causas distintas

En general, se suele decir que las gastritis son provocadas por el consumo de fármacos y las gastroenteritis tienen una naturaleza infecciosa. Nada más lejos de la realidad: si bien es cierto que la mayoría de gastroenteritis son víricas, bacterianas y protozoarias, el consumo de medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), la enfermedad de Crohn, la intolerancia al gluten y otros eventos pueden causar también gastroenteritis crónica.

Más allá del conocimiento general, resulta interesante conocer que un porcentaje nada desdeñable de las gastritis son causadas por la bacteria H. pylori. Este microorganismo puebla el estómago del 50% de la población mundial (en algunas regiones el 90%) y no suele generar problemas, pero en un pequeño porcentaje de los afectados existe el riesgo de desarrollar cáncer de estómago y úlceras pépticas.

Esta bacteria taladra con su flagelo y forma corporal en espiral la mucosa gástrica, adhiriéndose a ella y liberando enzimas que neutralizan poco a poco la acidez del estómago y, además, sintetizan sustancias nocivas para las células del hospedador (amoniaco). Se estima que el riesgo de desarrollar una úlcera por la actividad de H. pylori en las personas infectadas es del 20%.

En resumen, no todas las gastritis son no-infecciosas ni todas las gastroenteritis lo son. De todas formas, el único cuadro bacteriano común que causa gastritis es el ya descrito, mientras que muchos más agentes patógenos (Shigella, Salmonella, Giardia, Isospora, etc.) dan lugar a los cuadros de gastroenteritis. Por ello, se suele decir que la gastroenteritis es infecciosa y la gastritis no.

3. Ambas patologías se manifiestan con síntomas diferentes

El síntoma por excelencia de la gastritis es el ardor de estómago, pues recordamos que la patología se ve circunscrita a la mucosa gástrica. Esta inflamación localizada también puede desembocar en náuseas, vómitos, sensación de saciedad en la parte superior del abdomen y dolor estomacal localizado en el epigastrio.

Por otro lado, como la gastroenteritis afecta también a los intestinos, aquí el síntoma más común es la diarrea. Por ejemplo, las bacterias del género Salmonella invaden las células epiteliales del intestino y se multiplican en el interior de la mucosa. Esto provoca inflamación y daño tisular localizados y, además, se produce un desequilibrio en los sistemas de reabsorción y secreción de sales y líquidos. Como resultado, aparecen las heces acuosas y copiosas que todos conocemos como diarreas.

Además, como las gastroenteritis suelen estar causadas por patógenos parasíticos claros, también suelen presentarse con febrícula o fiebre. Aumentar la media de la temperatura corporal es uno de los mecanismos de defensa primales que utiliza el cuerpo para parar la multiplicación de un microorganismo dañino en su interior.

Gastroenteritis

4. La gastroenteritis es más común que la gastritis

A pesar de que hasta dos tercios de la población están infectados por H. pylori, cabe destacar de nuevo que no todos presentan síntomas, así que el potencial infeccioso de este microorganismo a veces no se traduce en cifras epidemiológicas claras. Por otro lado, la gastritis de origen autoinmune tiene una prevalencia del 2% al 5% de la población general, así que no se considera una variante demasiado extendida.

Las cifras de la gastroenteritis aguda infecciosa son mucho más diferentes: se estima que ocurren 1.700 millones de estos cuadros cada año en el mundo y de 500.000 a 700.000 niños mueren por ellas en los países de bajo ingreso. Como estamos ante patologías infecciosas (víricas o bacterianas), estas son mucho más comunes que las gastritis y, además, suelen seguir picos estacionales epidemiológicos.

5. La gastritis suele tratarse con antiácidos, y muchas gastroenteritis requieren el uso de antibióticos

Como hemos dicho, la gastritis se asocia de forma eminente al consumo de alimentos, fármacos y bacterias como H. pylori, pero también muchas veces esta deriva en acidez estomacal (de ahí el síntoma de ardor). Por ello, ante un cuadro de gastritis, los tratamientos de primera línea suelen ser los medicamentos que bloquean o disminuyen la producción de ácido a nivel estomacal, como el omeprazol. A veces, también se pueden utilizar neutralizadores del ácido ya presente en el estómago, y estos suelen venderse sin receta.

Por otro lado, al tener una naturaleza usualmente infecciosa, en muchos casos de gastroenteritis se requiere el recetado de antibióticos, sobre todo ante los desencadenantes bacterianos más comunes: E. coli, Salmonella o Shigella. En el caso de que el agente causal sea vírico, no suele existir un tratamiento para la gastroenteritis.

Antibióticos

Resumen

Como puedes ver, se pueden resumir todas las diferencias entre gastritis y gastroenteritis en dos puntos: la gastritis se circunscribe al estómago, mientras que la gastroenteritis se extiende a los intestinos y suele encontrar su causa en virus y bacterias (aunque no siempre). Además, el síntoma definitorio de la gastritis es el ardor, mientras que la gastroenteritis se presenta con una diarrea aguda y marcada que a veces puede cronificarse.

Por ello, cuando una persona muestra síntomas de gastritis, suele recomendarse que coma comidas livianas y poco picantes y consuma neutralizadores de ácido de venta libre. Por otro lado, ante una gastroenteritis lo mejor es mantenerse hidratado y reponer electrolitos, ya que la diarrea puede llegar a provocar deshidratación. Ambas patologías afectan al sistema digestivo, pero son muy diferentes entre ellas.

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