13 mitos sobre el TDAH, desmentidos

Existen numerosos mitos y desinformación en torno al TDAH. Desmentirlos es importante para favorecer su detección precoz y tratamiento adecuado, así como la comprensión por parte del entorno del menor afectado.

mitos-tdah

Son muchos los niños que reciben un diagnóstico de trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) en el mundo. Aunque existe gran polémica relacionada con una posible tendencia al sobrediagnóstico, es cierto que muchos niños y niñas sufren dificultad para mantener su atención y controlar los impulsos. En estos casos, los problemas de concentración y conducta pueden asociarse también con baja autoestima, dificultades relacionales y un bajo rendimiento académico.

Además, también cada vez son más los adultos que descubren que poseen esta condición tras muchos años de malestar y desconocimiento. Aunque la mayoría de la gente ha oído hablar de forma pasajera sobre el TDAH, pocos saben con exactitud de qué se trata y todo lo que conlleva. Por eso, en este artículo vamos a hablar acerca de algunos mitos frecuentes en torno a él.

13 mitos sobre el TDAH

Como venimos comentando, existen muchas ideas equivocadas acerca del TDAH. Por ello, a continuación vamos a desmentir algunos mitos muy extendidos.

1. Los padres son responsables del TDAH de sus hijos

Un mito muy dañino es aquel que sostiene que el TDAH es consecuencia de la acción de los progenitores. Lo cierto es que esto es falso, pues el TDAH tiene un origen biológico y, de hecho, posee un componente genético importante. Los niños que sufren este trastorno manifiestan importantes problemas para atender y concentrarse, pudiendo además tener dificultad para controlar los impulsos. Por todo ello, afirmar que los padres son los causantes de esta condición es, además de erróneo, muy injusto para ellos. Que la familia sea un pilar del tratamiento no se traduce en ningún caso en que sean ellos quienes han provocado las dificultades de su hijo.

2. El TDAH es un invento

Es cierto que en algunos casos se ha caído en el sobrediagnóstico del TDAH, etiquetando como tal problemáticas que no lo son. Sin embargo, eso no significa que el TDAH sea un invento, pues se trata de un problema real que afecta a muchos niños y familias. Fue en la década de los ochenta cuando se conceptualizó esta condición tal y como se hace hoy, asignándole su nombre y reconociendo tres subtipos: combinado, inatento e hiperactivo-impulsivo.

3. El TDAH no es un problema, es que los padres son poco pacientes

Muchas veces se tacha a los padres de ser poco pacientes con sus hijos. Sin embargo, esta postura ignora la problemática que afecta a sus hijos y que, si no es correctamente tratada, puede desembocar en problemas importantes como los cuadros ansiosos/depresivos, el abandono escolar, el consumo de drogas o las dificultades relacionales fruto de la impulsividad. Esto impide que puedan desarrollarse al máximo potencial y tener una vida plena y satisfactoria.

4. El TDAH desaparece con la edad

Otra idea muy común es la que sostiene que los síntomas de TDAH se diluyen a medida que se avanza en edad. Aunque es cierto que la hiperactividad puede rebajarse, lo cierto es que la impulsividad y las dificultades de concentración suelen persistir en la etapa adulta. Por lo tanto, no se pueden establecer generalizaciones. Se estima que un tercio de los niños con TDAH seguirán padeciéndolo siendo adultos, de manera que en general se considera una condición de carácter crónico.

5. Las niñas no tienen TDAH

Otra idea errónea es la que sostiene que el TDAH sólo afecta a los niños. La realidad es que en este tipo de condición sucede lo mismo que en otras problemáticas de salud mental, y es que hay un importante sesgo de género. Las niñas pueden sufrir TDAH al igual que los niños, pero ellas suelen pasar desapercibidas porque su sintomatología no es tan externalizante. No suelen mostrar problemas de conducta evidentes y esto se traduce en una detección más difícil por parte del entorno.

niños-tdah

6. El diagnóstico de TDAH sólo puede efectuarse por parte de un neurólogo

Otra creencia errónea es la que sostiene que el TDAH sólo puede diagnosticarse por parte de un neurólogo. Lo cierto es que el diagnóstico de TDAH puede realizarse por diferentes perfiles profesionales: psiquiatra, psicólogo clínico o neuropediatra. La condición indispensable es que sea un profesional sanitario con formación y experiencia en TDAH que trabaje con población infantojuvenil.

Lo ideal es que el diagnóstico se realice de forma precoz, aunque eso no implica que no puedan hacerse diagnósticos en pacientes adultos. El diagnóstico es esencial porque constituye una puerta de entrada al tratamiento y la psicoeducación del entorno, permitiendo así brindar al niño afectado la ayuda adecuada.

7. Los fármacos para tratar el TDAH son peligrosos porque son drogas adictivas

A menudo se suele afirmar que los fármacos para abordar el TDAH deben evitarse siempre que sea posible porque resultan peligrosos. Lo cierto es que los padres pueden tener una concepción errónea de este tipo de medicamentos y es importante aclararles conceptos para evitar confusiones y despejar miedos. El metilfenidato, fármaco más empleado para tratar TDAH, es similar a la anfetamina. Sin embargo, administrado por vía oral y en dosis adecuadas no produce efecto euforizante y permite reducir la sintomatología. Para evitar complicaciones es clave que sean los padres los que gestionen la medicación, administrándola siguiendo las indicaciones del médico.

8. Lo mejor para tratar el TDAH es recurrir exclusivamente a psicoterapia

La psicoterapia cognitivo-conductual es una excelente herramienta que puede ayudar a los padres a manejar la situación de su hijo. Además, también es importante aportar técnicas de estudio que ayuden al menor a desempeñarse académicamente al nivel de su capacidad. Sin embargo, esto no significa que la terapia psicológica sea por sí misma suficiente. A veces, el apoyo de medicamentos es necesario para realizar un tratamiento completo y eficaz.

9. Hay terapias alternativas que curan el TDAH

La desinformación en torno al TDAH favorece la proliferación de supuestas terapias encaminadas a su tratamiento. Muchas de ellas se presentan como métodos alternativos, algo con lo que hay que tener enorme cautela. Este tipo de intervenciones pueden basarse, por ejemplo, en la música o en el uso de hierbas. Sin embargo, carecen de evidencia científica y esto las convierte en potencialmente iatrogénicas. No existen soluciones mágicas que pongan remedio al TDAH. Los tratamientos no curan la condición, sino que favorecen su manejo para evitar que constituya un obstáculo en el desarrollo del niño o adolescente.

10. Un niño con TDAH posee un daño orgánico cerebral

Los niños con TDAH no poseen ningún daño físico. Su dificultad se deriva de un problema funcional, por el que hay una producción irregular de dos importantes neurotransmisores: dopamina y noradrenalina. Esto es lo que da lugar a una dificultad a la hora de prestar atención o poder controlar los impulsos.

11. Los niños con TDAH son mentirosos y desobedientes

Los niños con TDAH no son mentirosos. Sin embargo, son menores que debido a sus dificultades sufren muchos castigos y consecuencias negativas. Por ello, pueden tratar de ocultar información para evitarlos. Sin embargo, este acto no es maligno. Sencillamente, son niños cansados de recibir críticas negativas por no poder prestar atención o hacer lo que se les pide como los demás.

12. La conducta en TDAH se corrige con violencia física

Muchos padres persisten en la vieja creencia de que la conducta se corrige mediante castigos físicos, cuando nada más lejos de la realidad. El comportamiento de estos niños no es algo intencional ni una provocación. Este se deriva de dificultades de base neurobiológica que escapan a su control. Por ello, atajar el problema con violencia física sólo contribuye a aumentar el sufrimiento del menor afectado por esta condición.

13. Los niños hiperactivos son menos inteligentes que los demás

Muchas veces se percibe a los niños con TDAH como menos inteligentes o capaces que los demás. Lo cierto es que la inteligencia no tiene relación alguna con esta condición. Entre los pequeños con TDAH podemos encontrar inteligencias de todo tipo: alta, media o baja.

tdah-mitos

Conclusiones

En este artículo hemos hablado acerca de algunos mitos comunes acerca del TDAH. Aunque en la actualidad se habla con frecuencia de este trastorno, lo cierto es que son muchas las ideas equivocadas sobre él. Conocer de forma real de qué se trata y lo que implica es esencial para poder favorecer la detección precoz de casos y ofrecer el tratamiento indicado en los menores afectados. Es importante aclarar que el TDAH no es una moda ni algo inventado. Se trata de un problema real que, aunque a veces pueda ser sobrediagnosticado, afecta a muchos niños y sus familias.

También es importante desculpabilizar a los padres y no achacarles a ellos la responsabilidad de la condición de su hijo. El TDAH tiene una base neurobiológica y por ello los progenitores no tienen nada que ver con su origen. No obstante, sí que la familia es clave como pilar en el tratamiento, ya que los padres deben conocer pautas de actuación que favorezcan el manejo de la conducta de su hijo. El TDAH debe ser tratado mediante intervenciones con evidencia científica, recurriendo si fuera necesario no sólo a la psicoterapia sino también a los fármacos.

Comparte:
¿Te ha gustado?
azsalud Logo
En azsalud hablamos de medicina, avances científicos, psicología, enfermedades, tratamientos y más. Miles de profesionales de la salud a tu servicio.
  • Estilonext
  • MedicoPlus

Suscríbete a
nuestra newsletter

Cada semana te enviamos tips de salud,
nutrición, noticias y más.

Puedes darte de baja cuando quieras.

© Copyright 2024 azsalud. Todos los derechos reservados.Aviso legal,política de privacidad,cookies